La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) ha reclamado a la Consellería de Traballo que suprima toda referencia al uso del gallego como baremo para acceder a las subvenciones autonómicas destinadas a cursos de formación de parados. La patronal considera que de lo contrario se corre el riesgo de pérdida de calidad y eficiencia en la prestación formativa porque los alumnos pueden no dominar la lengua gallega. Así se recoge en un dictamen del Consello Galego de Relacións Laborais sobre la convocatoria de ayudas a la formación de parados para 2015 en el que la patronal se ha quedado sola en sus críticas al uso de la lengua gallega en los cursos.

En la orden que rige los requisitos para acceder a las subvenciones autonómica -publicada el pasado 16 de enero-, la Xunta impuso la obtención de un mínimo de 25 puntos, sobre un total de 80, para acceder a la convocatoria. Y el uso del gallego por parte de los profesores en la realización de las actuaciones formativas se valora con cinco puntos. No es obligatorio, sino solo una condición para obtener cinco puntos en la calificación final.

Ante estos criterios, la CEG ha pedido a la Xunta que el gallego no se tenga en cuenta para nada, que el acceso a las subvenciones sea indiferente del idioma usado en los cursos de formación.

Como argumento para sostener esta petición, la patronal considera que la utilización del idioma gallego en la impartición de los cursos "debe estar supeditada al conocimiento de que los alumnos tengan del mismo". Entiende la CEG que por lo tanto debe tener un carácter potestativo por parte del profesorado y que su uso no debe ser objeto de baremación.

"De no ser así, se debería exigir al alumnado un nivel mínimo de la lengua acreditado a través del correspondiente Celga -certificado oficial sobre el nivel de conocimiento del gallego- para garantizar la calidad y la eficiencia de la formación", argumenta la Confederación de Empresarios de Galicia en el dictamen del Consello de Relacións Laborais, que añade que lo que debe primar es "la calidad atendiendo a colectivo a formar".

Y de la misma forma que la patronal está en contra de que el uso del gallego puntúe para acceder a subvenciones destinadas a cursos de formación de desempleados, también lo está en contra de las penalizaciones estipuladas. La orden de convocatoria de la consellería dirigida por Beatriz Mato establece que la organización que incumpla su compromiso de impartir las clases en gallego tendrá que devolver un 5% de las ayudas recibidas.

"La CEG considera que la penalización establecida es excesiva, por lo que de acuerdo con las alegaciones relativas al artículo 5 -el que fija los baremos de puntuación- propone su eliminación", se recoge en el dictamen de la patronal.

Penalización excesiva

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció precisamente el pasado mes una campaña para incentivar el uso de la lengua gallega tanto en los ámbitos económicos como en los sociales. Esta decisión se deriva de la última encuesta del Instituto Galego de Estadística (IGE), del pasado mes de diciembre, que constataba un retroceso en la utilización del idioma gallego, especialmente en los niños. No obstante, el Gobierno autonómico sostiene que no es un problema de las aulas, sino que se circunscribe a otros círculos, en alusión en concreto el económico.

Los fondos destinados a cursos de formación para parados se cuentan por millones. Aunque no se da un cifra concreta, la Consellería de Traballo condiciona la concesión de las subvenciones a la disponibilidad de crédito en tres partidas que disponen en total de 23,5 millones de euros, que están sujetos a posibles modificaciones.