Protestas en Chile contra un obispo acusado de encubrir a un pederasta

El obispo de la diócesis chilena de Osorno, Juan Barros, apareció ayer entre protestas y una gran polémica por las acusaciones en su contra como cercano colaborador del sacerdote Fernando Karadima, hallado culpable por el Vaticano de abusos deshonestos y condenado a una vida de oración y penitencia.

Barros soportó durante la eucaristía la protesta de cientos de personas que se apostaron en las afueras de la catedral San Mateo de Osorno y de otros tantos que lograron acceder al templo, donde le gritaron en todo momento "pedófilo" y "fuera".

Debido a las protestas, las autoridades religiosas no celebraron varias partes de la liturgia, como la homilía y la comunión, así como otros ritos tradicionales en las tomas de posesión.

La situación llegó a tal extremo que, en algún momento, el religioso trastabilló evitando ser golpeado por los asistentes y estuvo a punto de perder la mitra.

Al término de la ceremonia, Barros debió "escapar" por una puerta lateral de la iglesia, custodiado por guardias privados y otros que le acompañaron durante la misa para evitar a sus detractores, que le esperaban afuera portando cientos de globos negros.

El coronel de Carabineros, Leonardo Castillo, dijo a los periodistas que al menos tres personas fueron detenidas por desórdenes.

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