Unas 15.000 personas se presentan a los 'castings' de 'Masterchef'

La palabra "pasión" fue seguramente la más utilizada para hablar ayer del principal ingrediente de la tercera entrega de MasterChef, donde concursarán desde un exsoldado profesional a un estudiante de Medicina o una inmigrante y que tendrá una bodega en su nuevo escenario. "Para entrar en el programa hace falta actitud, nos da igual el nivel de cocina, importa la capacidad y las ganas de aprender", señaló Jordi Cruz, integrante del famoso jurado del programa junto a Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera.

La pasión por la gastronomía, "convertida ya en patrimonio cultural gracias a la televisión, antes de las declaraciones oficiales", apuntó Rodríguez, ha llevado a las pruebas del programa a 15.000 aspirantes, un 50% más que en la edición anterior, cuando lo normal es que disminuyan, explicaron los responsables de la productora, Shine Iberia.

Entre las novedades, un nuevo decorado, con una bodega en la que se vivirán momentos muy divertidos y muy tensos; y rodajes en el pico más alto de España, el Teide; en Andorra; en Cáceres, capital gastronómica; así como el récord de estrellas Michelin: hasta 75 pasarán por el plató.

Pepe Rodríguez señaló que esta puede ser la edición en la que más ha disfrutado, "puede que tanto o más que la primera. No sé si por los personajes, tan sanos y con tanta pasión". Cruz se queda con las sensaciones de estar haciendo un programa de que gusta y que a la vez "dignifica a la gastronomía".