Aunque el principal problema del desconocimiento de la asexualidad es su falta de visibilidad, sí ha estado presente, aunque de forma tímida e intermitente, en el cine y la literatura.

Uno de los libros más exitosos sobre asexualidad es la novela L´Envie, de la periodista francesa Sophie Fontanel, que en 2013 había vendido más de 150.000 ejemplares. Diario de un asexual, de Lucía Lietsi, y Asexualidad, ¿se puede vivir sin sexo, de Javier León Gómez, también han tenido un importante tirón.

Clara, uno de los personajes de la novela de Isabel Allende La casa de los espíritus, parece ser asexual, ya que carece de cualquier tipo de interés por el sexo y afirma que el coito sólo le provoca dolor de huesos. También Remedios, personaje de la novela Cien años de soledad, del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, responde al perfil de asexual. Viene la noche, de Óscar Esquivia, está centrada en una pareja casada que renuncia al sexo. Y en Muerte entre poetas, de Ángela Vallvey, uno de los personajes declara abiertamente su asexualidad.

En el cine también se ha retratado esta tendencia. Uno de los ejemplos más recientes es el filme Nymphomaniac (2013), de Lars von Trier, centrado en una mujer hipersexual: el personaje que la rescata, Seligman, es asexual.