Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias. Así define el diccionario de la lengua española la palabra plagiar. Un vocablo que está muy de moda en todas las redes sociales. Y es que todas se miran de reojo, todas observan cuáles son los movimientos de su competencia y, al final, todas acaban adoptando las mismas utilidades de sus rivales.

Este curioso cortar y pegar virtual, esta guerra de copiarse diseños y funcionalidades ha llevado a que las redes sociales se parezcan cada vez más entre ellas y no duden en plagiarse de forma descarada.

Por ejemplo, el hashtag, que sirve para agrupar conversaciones, fue utilizado por primera vez en Twitter en 2006, curiosamente por un trabajador de Google. Aunque no fue hasta 2009 cuando la red de los 140 caracteres los oficializó. Instagram los incluyó en febrero de 2011, Flick en marzo de 2013 y Telegram lo acaba de hacer hace dos semanas. Y como no podía ser menos, Facebook también se tuiterizó e incorporó los hashtag en junio de 2013. Eso sí, si tanto en Twitter como en Instagram esta funcionalidad es fundamental para aprovechar todo el potencial de estas redes sociales, en Facebook ha pasado inadvertida y muy pocos usuarios la utilizan.

Facebook y Twitter son las dos redes sociales que más se imitan. La primera ha copiado las páginas verificadas a imagen y semejanza de las cuentas verificadas de la segunda. El símbolo y el lugar en dónde está colocado son los mismos. La única diferencia es el color del check. También ha imitado las publicaciones sugeridas que nos salen en nuestro muro de Facebook y que es una fotocopia de los tuits patrocinados que nos aparecen en nuestro timeline de Twitter.

Pero hay más plagios. Facebook ha tomado de Twitter la idea de la sección noticias, donde podemos seguir las actualizaciones de nuestros contactos, y la de las sugerencias de a quién seguir, una opción que en Twitter lleva desde el principio.

La red creada por Mark Zuckerberg también ha estado ensayando la posibilidad de incluir un sistema de trending topics, como el de Twitter, aunque por ahora está guardado en el cajón.

Pero no solo Facebook fusila utilidades de Twitter. Esta hace lo mismo con aquella. La más descarada fue en abril del pasado año cuando rediseñó los perfiles en los que destaca una gran foto horizontal similar al formato de Facebook. Uno de los grandes problemas que se le achaca siempre a Twitter es que el periodo de iniciación en esta red es más complicado que en el resto. Por eso está realizando un camino de parecerse lo más posible a Facebook para que el usuario crea que la diferencia de aprendizaje no es tanta.

Aunque la idea de la gran foto horizontal en la portada no es de Facebook. Es de Google+, que después la ha incluido Facebook, y más recientemente la han adoptado, por ejemplo, LinkedIn e Instagram, aunque en esta última es un mosaico de fotografías.

El video es un mercado que todas las redes sociales quieren controlar. En enero de 2013, Twitter sacó Vine, una aplicación que ofrece la opción de subir videos de seis segundos a esta red social. Facebook, dueña de Instagram, introdujo solo seis meses después la misma funcionalidad, pero en este caso con videos de 14 segundos. Recientemente, Twitter acaba de anunciar que ya se pueden subir videos -de 30 segundos- directamente desde la aplicación, algo que Facebook ya tenía desde hace años.

Asegura el poeta uruguayo Isidore Ducasse que "el plagio es necesario. Significa progreso". Pues nada, sigamos progresando.