Cerca de una veintena de personas -miembros de Redes Cristianas, Fe Adulta y yayoflautas- se concentraron ayer a modo de escrache frente a la casa del que fue arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, para pedirle que abandone su actual domicilio en Madrid, situado en la calle Bailén, junto a la Catedral de la Almudena. Así lo señaló el principal organizador de este escrache, Carlos Fernández Barberá, quien afirmó que la intención de esta manifestación "pacífica" no es otra que la de "hacerle caer en la cuenta" a Rouco que "ha entrado en un camino equivocado".

Fernández Barberá empezó a recoger firmas de forma "artesanal" de "amigo a amigo", sistema que tuvo que paralizar debido a que era "lento y poco efectivo". Por ello, movilizó a su gente a manifestarse "sin insultar a nadie" y con el único objetivo de hacer que Rouco "caiga en la cuenta" de que vivir donde vive es una "locura".

Por el momento y gracias a un portal cristiano que abrió una petición de firmas en la plataforma Change.org, "hay recogidas cerca de 2.500", explicó el principal organizador del escrache, quien indicó que el piso de Rouco ha creado "mucho escándalo e indignación" en gente "tanto de la Iglesia como de fuera".

Fernández Barberá criticó que Rouco, desde que entró en el seminario, "ha vivido siempre en la Iglesia institucional clásica en la cuál un cardenal era un 'príncipe de la Iglesia'". Por ello, considera que Rouco está "convencido" de que "está viviendo conforme a lo que pide su estatus".

El principal organizador del escrache señaló que este tipo de Iglesia "tendría que eliminarse ya" y apuntó que el papa Francisco vive en una residencia "modesta", razón por la que cree que "no cuadra" que Rouco viva en un piso "de 370 metros con dos monjas a su servicio".