La picadura de estos insectos no suele causar problemas graves, pero es muy desagradable y, sobre todo en los niños, resulta muy incómoda porque les pica y se puede inflamar e infectar cuando se rascan sin control. Además, hay personas especialmente sensibles (de cualquier edad), que sufren reacciones inflamatorias al ser atacados por los mosquitos. Para todos ellos recomendamos el uso de un repelente adecuado a su edad.

Es en esta época cuando más afectados nos sentimos por el ataque de los diferentes insectos, pues coincide con su eclosión y pasamos más tiempo al aire libre en parques, jardines, bosques, ríos, lagos, etc. Estos lugares son las zonas donde viven y, cuando ocupamos su espacio, atacan.

Los mosquitos son insectos dípteros de los que existen más de tres mil especies diferentes. Las hembras se alimentan de sangre (hematófagas) y, cuando quieren comer, nos pican y absorben nuestra sangre. Al mismo tiempo, pueden inocularnos ciertas enfermedades cuya vía de transmisión es ésta. Afortunadamente, las especies que habitan en España no son transmisoras de enfermedades, pero si vas a viajar a ciertas zonas de América y África, debes tener mucho cuidado y vacunarte contra las patologías que allí se presentan (fiebre amarilla, por ejemplo) y utilizar repelentes adecuados.

La picadura provoca una afección local que cursa con edema y eritema cutáneos, una roncha y prurito (picor en la piel). Se debe a que al picarnos, inocula una sustancia anticoagulante y vasodilatadora que produce una reacción local. Pica mucho y lo único que te apetece es rascarte. Esa es la peor opción, pues al rascar la histamina empieza a circular por nuestro cuerpo y el picor aumenta. Evita el rascado porque te picará más y la reacción cutánea será mucho mayor.

Recomendamos la prevención, es decir, evitar la picadura utilizando un buen repelente. Se define como un compuesto de naturaleza química, natural o sintética, en diferentes formas de administración y que se caracteriza porque repele al insecto impidiendo que se acerque a nuestra piel.

Puedes encontrarlo en diferentes opciones en el mercado: lociones, roll-on, pulseras, dispensadores eléctricos, pastillas, inciensos, velas, etc. Cada uno es adecuado para una circunstancia determinada, pudiendo combinarlos entre sí. Podemos señalar que:

-Las pulseras son muy adecuadas para los niños, pues son cómodas y suelen contener productos naturales con efecto repelente.

-Las velas serían muy útiles si realizas una comida en el exterior. Puedes colocar en la mesa una o dos de citronela y dejar que se queme lentamente.

-El incienso se puede utilizar también en exteriores.

-Los dispensadores eléctricos suelen venir acompañados de una sustancia líquida antimosquitos o con pastillas que tienen la misma función. Puedes colocarlos en los enchufes de la casa, no siendo imprescindible que lo pongas en la habitación en la que duermes.

Debes elegir el más apropiado para las características de la persona que lo va a utilizar, siendo muy importante para acertar:

-Que sea seguro y eficaz, habiendo sido testado por el laboratorio que lo ha fabricado.

-Que sea efectivo para los diferentes insectos que pueblan nuestro medio.

-Que no sea tóxico para que nuestro organismo no se vea atacado y se generen problemas de salud. Especial cuidado con los niños que lo pueden tocar inadvertidamente y meterlo en la boca.

-Que no tenga perfume que resulte incómodo para el que lo lleva y los que van a su alrededor.

-Que sea fácil de aplicar y no manche la ropa o deje la piel coloreada.

-Que sea versátil y cómodo de transportar si tenemos que moverlo.

Consulta a tu farmacéutico el que resulta más adecuado para tu caso concreto. Para niños y pieles sensibles es mejor elegir uno formulado con ingredientes naturales e hipoalergénico para impedir que se incremente el problema del picor. También debe evitarse su aplicación sobre cualquier herida o en las mucosas (ojos, labios, etc.). Cualquier duda que se te plantee, este profesional puede resolverla.

Si ya te han picado, mantén la picadura fresca y utiliza alguna loción pospicadura para evitar el rascado. Hay muchas opciones comerciales que deben ser aplicadas adecuadamente y en función de la persona que las va a utilizar. Consulta a tu farmacéutico y opta por el más adecuado.