"Caótica" y "llena de incertidumbre" es como definen, directores y profesores de institutos gallegos, la preparación del próximo curso, en el que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) entra en vigor en 1º y 3º de ESO y 1º de Bachillerato. A solo seis días para que acabe el curso, la Xunta aún no ha aprobado el decreto que regulará el currículo de estas etapas educativas y los centros se ven maniatados para realizar el horario, preparar la programación de la materias o incluso decidir cuántos profesores necesitan para el próximo curso (algo que deben fijar antes de las vacaciones). "Los centros están reuniendo estos día al claustro y se está trabajando para tener al menos unas líneas básicas antes de julio, pero al no estar aprobada definitivamente la norma trabajamos con algo que es temporal, con un borrador que ya ha cambiado en una ocasión", señala el presidente de la Asociación de Directivos de Institutos de Galicia (Addiga), Adelino Pose. "La situación es caótica, no se puede organizar un centro con una orden que no se sabe cómo va a ser", añade Julio Díaz, del sindicato ANPE Galicia. Desde la Consellería de Educación, sin dar una fecha concreta, sostienen que el borrador ya se encuentra en sus "últimos pasos" antes de ser llevado al Consello para su aprobación.

En la rutina anual de los institutos, la directiva reserva las últimas semanas de junio para dejar prácticamente lista la organización del próximo curso. Hay que saber qué carga horaria tiene cada asignatura para establecer los horarios y ver qué necesidades de profesorado tiene cada centro así como fijar las materias que ofertará el instituto para que los alumnos puedan elegir sus opciones en la matrícula. Lo que habitualmente es algo mecánico -similar de un curso a otro- da un giro de 180 grados este año porque la Lomce incorpora nuevas materias y cambia las horas mínimas que hay que impartir de otras. Para los directores y profesores gallegos consultados el problema no es la Lomce, una ley que como tal aseguran "hay que acatar", sino los plazos que se han fijado para su aplicación. "No se puede intentar aplicar tantos cursos a la vez y que a estas alturas el currículo no esté aprobado", critica Adelino Pose, quien reconoce que "muy pocos centros" lograrán tener el curso programado antes de las vacaciones de verano y les tocará finalizarlo en los diez días que tendrán entre que finalizan los exámenes de septiembre y empiezan las clases. Eso sí, trabajan contra reloj para al menos "tener unas líneas básicas" de lo que van a ofertar ya que los alumnos que aprueben todo en junio deben matricularse entre este mes y las primeras semanas de julio.

La llegada de la Lomce implica cambios en la carga horaria de algunas asignaturas. En Galicia, por ejemplo, la Xunta ha decidido que los alumnos de 1º, 2º y 4º de ESO tengan una hora más de Matemáticas a la semana. "Hay cierta incertidumbre porque trabajamos con un borrador en el que ya hubo cambios. Se modificaron las horas de Filosofía", explica el presidente de los directores de instituto gallegos.

Otra de las novedades son las asignaturas de libre configuración, un término que deja de ser exclusivo del mundo universitario y que se implantará en los institutos. Los centros gallegos tendrán dos horas en ESO y tres en Bachillerato para distribuir estas materias que bien pueden ser propuestas por la Xunta, fijadas por el propio centro (con el visto bueno de la Consellería) o utilizadas para reforzar otras materias. "Al no estar cerrados los currículos y tener que solicitar ahora los profesores que se necesitan para el próximo curso, puede ocurrir que después se hayan pedido docentes que finalmente no tengan materia que impartir o al revés, que no haya docentes para algunas asignaturas", denuncia Julio Díaz.

Desde Addiga lamentan que la organización de los centros se tenga que hacer de forma precipitada por el poco margen de plazo que da la Administración y en el caso de los directores de la provincia coruñesa ultiman un documento en el que plasman sus peticiones -entre ellas demorar el inicio del curso unos días para tener más tiempo para su organización- para entregar en la jefatura territorial de Educación. "Los directores tienen cada vez más cargas administrativas y no nos sorprendería que un día se plantasen y le dijesen a la Xunta 'venid vosotros a organizar el centro", añade Díaz.

EPrimaria. A partir de septiembre, la Lomce se aplicará en toda Educación Primaria ya que llegará a 2º, 4º y 6º curso. Entre los principales cambios está que la etapa pasa a organizarse por cursos (antes lo hacía por ciclos), que el área de Conocimiento del Medio se divide en ciencias de la naturaleza y ciencias sociales y que los alumnos deberán elegir entre cursar Religión o Valores Sociales. Además, los matriculados en 6º curso estrenarán este año la reválida al final de la etapa.

ESecundaria. Primero y tercero serán los primeros cursos en incorporarse a la nueva ley educativa que cambia la organización de esta etapa y la divide en dos ciclos: el primero de tres cursos escolares y el segundo de uno, 4º de ESO, en el que los alumnos orientarán su currículo en función de si después desean cursar Bachillerato o FP (este cambio no entra en vigor hasta el curso 2016-2017). Las materias se dividirán en troncales y estas a su vez en generales (obligatorias para todos los alumnos) y de opción (en 3º y 4º habrá troncales entre las que habrá que elegir); específicas (con la misma división y en cuyas obligatorias estarán Educación Física, Religión o Valores Éticos) y las nuevas materias de libre configuración. Al final del cuarto curso habrá una prueba de evaluación que será necesario aprobar para poder obtener el título. Se implantará en el curso 2016-2017 aunque no tendrá efectos académicos hasta el siguiente curso.

EBachillerato. Con la Lomce desaparece Ciencias para el Mundo Contemporáneo, llegan las asignaturas de libre configuración y la reválida final al final de etapa que sustituirá a la actual selectividad. Habrá que sacar al menos un 5 en la prueba y en la nota final del alumno pesará un 60% la media de las notas de Bachillerato y un 40% la de la evaluación final. Comenzará a realizarse la reválida en el curso 2016-2017 aunque no tendrá efectos académicos hasta el próximo curso.