El chef gallego Pepe Solla, con una estrella Michelin, participó ayer en la sede de Afundación en A Coruña en una jornada para dinamizar el sector de la hostelería, enmarcada en la iniciativa Negocios condenados al éxito que promueve Incitus. "En Galicia tenemos un potencial inmenso porque tenemos un producto con mucha fuerza, con identidad y calidad, lo que unido a una buena gestión empresarial nos tiene condenados al éxito", señala el chef, quien reconoce que para triunfar cuentan primero "los números" y después la pasión.