Cuando en abril de 1997, hace casi dos décadas, Dave Winer empezó a escribir el primer blog de la historia (Scripting News), nadie se podía imaginar la importancia que tendrían estas herramientas digitales con el paso del tiempo. Ni cuando en diciembre de ese mismo año, Jorn Barger utilizó por primera vez la palabra weblog en Robotwisdom.com. Ni cuando Peter Merholz, autor de Peterme.com, la redujo en abril de 1999 a blog, que es la que ha llegado hasta nuestros días. Con la entrada del siglo XXI se popularizó el uso de los blogs. Esas publicaciones periódicas que te ofrecen la libertad de escribir de lo que quieras y cómo quieras, sin límite de espacio. Y con las que, además, puedes estar informado de cualquier tema.

De forma paralela a su crecimiento siempre ha habido expertos que han augurado la muerte de los blogs. Sobre todo, tras la llegada de las redes sociales. Pero siguen estando más vivos que antes. Han tenido que adaptarse, como le ocurrió a la radio cuando apareció la televisión, pero ahí siguen vivos y coleando.

Su uso aumentó a partir de 2002-2003 con la irrupción de plataformas de creación de blogs como WordPress o Blogger que permiten la puesta en marcha de una bitácora de una forma muy sencilla y gratuita.

¿Y cuántos blogs hay en el mundo? No hay datos fiables. Hay quien dice que existen unos 200 millones, que se actualizan con cierta frecuencia. Otros aseguran que cada día se crean unos 120.000. Es decir, 250 en el tiempo que se tarda en leer este texto. En España, la cifra ronda los 2 millones.

Hoy, cualquiera puede tener un blog. Y hasta se puede ganar la vida con él. Las bloggers de moda son un buen ejemplo. Pero hay infinidad de ellos más. Hay blogs personales, en los que la persona que escribe lo único que busca es plasmar una afición o unas ideas. Los hay corporativos. Cada vez más, las empresas se han dado cuenta de que a través de un blog, y no de su web, es más fácil relacionarse con sus clientes y contar lo que hacen.

Y los hay profesionales, en los que abogados, médicos, fontaneros, electricistas? demuestran a través de lo que escriben que son unos expertos en su sector o simplemente saben mucho de su trabajo.

No hay mejor forma de contarle al resto del mundo que dominas un tema que hacerlo en un blog. Te da visibilidad. Te ayuda a crear una marca propia. Es como tener un currículum online que actualizas de forma continua con todo lo que sabes.

La regla del 90-9-1 en la generación de contenidos en internet asegura que el 90% de los internautas lo único que hace es leer contenidos; el 9% los comparte, y solo un 1% los genera a través de artículos en blogs. Si conseguimos tener una bitácora en la que escribamos de forma asidua seremos parte de esa casta del 1%.

Montar un blog es sencillo, muy sencillo. Lo complicado es mantenerlo activo. La inmensa mayoría de los blogs no llegan al año de vida. Quedan abandonados. Una de las claves de tener un blog es ser constante y eso supone marcarse un ritmo de publicación de artículos que es duro seguir. Pero si se consigue es una de las mejores terapias que existen. Mejor que ir al psicólogo. El exministro de Economía de Grecia, Yanis Varoufakis, anunció su dimisión esta semana a través de un artículo en su blog, con lo que se ahorró el psicólogo. Después lo compartió en Twitter. Para que luego digan que en esta red social no se dan noticias.