Llega de repente. Sin avisar. Y noquea a quien lo recibe. El ictus -golpe, en latín- cerebral mata o discapacita a más de 100.000 españoles cada año. Es la segunda causa de muerte entre la población adulta en general, la primera entre las mujeres, y también el principal motivo de incapacidad permanente y dependencia. Galicia registra entre 150 y 200 casos por cada 100.000 habitantes, lo que se traduce en más de 5.000 nuevos ictus anualmente, un dato que sitúa a la comunidad a la cabeza de España en accidentes cerebrovasculares. De ahí que profesionales de la Neurología y asociaciones de familiares y pacientes con daño cerebral adquirido (DCA) compartan el interés prioritario de prevenir esa dolencia, que también es la principal causa del DCA. Por eso, la Federación Gallega de Daño Cerebral (Fegadace) acaba de firmar un convenio de colaboración con la Sociedad Gallega de Neurología -"un acuerdo pionero en España", subrayan-, que se centrará, precisamente, en el desarrollo de campañas de prevención y en impulso de programas de investigación sobre el ictus.

"En el ámbito de la prevención, vamos a trabajar con dos estrategias básicas. Por un lado, estableceremos mesas informativas en los hospitales de referencia en fechas señaladas, como los días internacionales del DCA y del ictus, que se conmemoran el 26 y el 29 de octubre, respectivamente, para concienciar a la población acerca de la importancia de evitar factores de riesgo como el exceso de colesterol, el consumo de tabaco y alcohol, el sedentarismo, la obesidad o la hipertensión; y, por otro, estamos preparando unos folletos con los síntomas de alerta que empezaremos a distribuir después del verano en ambulatorios y centros cívicos", explica el portavoz y secretario de la Federación Galega de Daño Cerebral Adquirido (Fegadace), Fidel Castro, quien avanza que esta última iniciativa se va a desarrollar, en principio, en la provincia de A Coruña, "gracias a una subvención de la Diputación y a la colaboración de la Fundación Barrié". "Pero esperamos poder contar con el apoyo del Servizo Galego de Saúde (Sergas) para ampliarla al resto de la comunidad gallega", destaca.

Y es que aunque cada ictus sea un enigma -"hay tantas variables como casos", sostienen los especialistas- y la capacidad de recuperación dependa de factores como el tamaño y la localización de la zona cerebral afectada o la edad del paciente, una cosa está clara: el abordaje precoz es fundamental. "El tiempo transcurrido hasta recibir atención es siempre determinante. Por encima de las cuatro horas, las secuelas son prácticamente irreversibles", advierten los neurólogos. De ahí la importancia de saber identificar los avisos que nos envía el cerebro. "Hay varios síntomas que nos deben poner en alerta, como dolor de cabeza intenso y de inicio súbito, debilidad en una parte del cuerpo, pérdida de visión, alteraciones en el lenguaje, adormecimiento de un brazo a una pierna, dificultad para mantener el equilibrio...", explica el portavoz y secretario de Fegadace, quien insiste en que, ante cualquiera de estas señales, "hay que llamar inmediatamente a los servicios de urgencias". "Aunque al final no sea nada, vale la pena curarse en salud", remarca.

Para financiar sus proyectos informativos de prevención del ictus, Fegadace ha lanzado una campaña de microdonaciones -a partir de 10 euros-, a través de su plataforma de pago online, abierta a todos los ciudadanos que quieran colaborar. El portavoz y secretario de la entidad recuerda que sus recursos son limitados y, por eso, pide una mayor colaboración a las televisiones públicas, "el medio de comunicación que más consumen los mayores de 65 años, que son los pacientes con un riesgo más elevado de sufrir un ictus", para hacer llegar su mensaje a la población.