La Organización Mundial de la Salud (OMS) ve posible acabar con la epidemia de ébola en África Occidental antes de finales de año, pero para ello no solo tiene que continuar el trabajo minucioso e intenso de detectar y aislar cada caso sino, sobre todo, no se deben tener expectativas irreales. "El mayor riesgo es mostrar una euforia irracional o unas expectativas irreales", afirmó ayer Bruce Aylward, máximo responsable de la respuesta a la epidemia de ébola de la OMS.

Por primera vez, la semana pasada sólo se detectaron dos casos en los tres países infectados: uno en Guinea Conakry y otro en Sierra Leona, y ninguno en Liberia. Sin embargo ayer surgieron dos infectados más entre enfermos no ligados a ninguna cadena de transmisión conocida. Eso significa que hay enfermos que no están bajo control. Actualmente hay 1.900 personas que están aisladas y en cuarentena por ser contactos de un infectado.