Un equipo internacional de científicos ha secuenciado el genoma de un pulpo, lo que ha permitido a los investigadores a situarse más cerca de descubrir los genes implicados en la biología inusual de la criatura, incluyendo su capacidad para cambiar de color de piel y textura, así como su cerebro distribuido, que permite a sus ocho brazos se muevan de forma independiente. En un trabajo publicado en Nature, los investigadores descubrieron diferencias notables entre los genomas de los pulpos y otros invertebrados, incluyendo reordenamientos generalizadas de los genes y una expansión dramática de una familia de genes implicados en el desarrollo neuronal, que se pensaba que era exclusiva de los vertebrados. "El sistema nervioso pulpo está organizado de una manera totalmente diferente a la nuestra", indican en el estudio.