Un niño francés de 6 años que nació sin la mano derecha se convirtó ayer en la primera persona de este país que utilizará una prótesis realizada con una impresora de tres dimensiones (3D) de un costo de solo unas decenas de euros. Maxence va a recibir la mano ortopédica fabricada en el taller parisino del empresario Thierry Oquidam con un tipo de plástico similar al utilizado en los juguetes Lego y no le costará nada a sus padres, que han pasado para conseguirla por una red filantrópica de origen estadounidense, Enabling the Future.

"En realidad no es en absoluto una prótesis médica puesto que no tiene nada de las tecnologías de las últimas prótesis eléctricas" sino "una prótesis únicamente mecánica que funciona" con la parte móvil del brazo al que está ensamblada gracias a un velcro, explicó Virginie Contegal, la madre de Maxence, en declaraciones a la emisora France Info.