Bailando. Bailaandoooo. ¡Y mientras te flipas tu bolso o móvil están mangandooo! Evita esta versión de #Cancióndelverano", "Si has visto a algún camello (y no los de la cabalgata), cuéntanoslo a antidroga@policia.es. No por competencia desleal, sino por lucro infame","Si te tienta jugar a #BreakingBad debes saber que acabarás en el escenario de #PrisionBreak. En la vida real, jugar con drogas acaba muy mal".

Por estos tuits y algunos más, el twitter del Cuerpo Nacional de Policía (@policia) se ha convertido en la cuenta institucional con más seguidores de España y en el cuerpo policial con más followers del mundo, por delante del FBI.

El artífice de este impresionante éxito es el periodista Carlos Fernández que acaba de decir adiós al puesto de community manager de la Policía para convertirse en el nuevo responsable del departamento digital de Iberdrola. Por delante tiene el inmenso y descomunal trabajo de mejorar la imagen en redes sociales de una compañía con tan mala imagen como es una eléctrica. ¿Lo conseguirá?

Escuché a Carlos Fernández en una conferencia en Sevilla, en un evento sobre blogs y redes sociales en 2013. Ya entonces era uno de los grandes reclamos de los saraos sobre internet que pululan por España. Recuerdo que me llamaron mucho la atención las diapositivas que utilizó en la presentación, atiborradas de frases y sin ningún espacio en blanco. Solo le faltó colocar texto en el canto de la diapositiva. Aún así, la ponencia mereció mucho la pena. La salpicó con ejemplos, contados con el estilo tan inconfundible que le pone a los tuits, que nos hicieron reír a todos los asistentes.

Desde que en 2009 se hizo cargo de la estrategia en redes sociales de @policia, la presencia de este cuerpo en Twitter ha ido evolucionando. Primero publicaba fotos y notas de prensa bastante aburridas, pero al llegar a los 10.000 seguidores decidió darle una vuelta a la forma de comunicar y así llegó el éxito: 1,7 millones de followers y un referente en el modo de comunicar en redes sociales. Carlos Fernández apostó por un lenguaje impactante, informal, provocador y atrevido, mezclado con chistes (algunos malos, muy malos) como, por ejemplo, los tres tuits con los que comienza este artículo, y algunos encontronazos con los community managers de otras empresas. Con el de MediaMarkt es para enmarcar. Todo ello aderezado con una gran interacción con sus seguidores, lo que provocó un acercamiento del público joven. El 40% de sus followers tiene entre 18 y 24 años.

Y todo ello sin perder el componente esencial de su presencia en Twitter que no es otro que el de dar un servicio público. A través de sus tuits ha difundido campañas de prevención y ha solicitado la colaboración de los tuiteros lo que ha provocado la resolución de casos o la detención de delincuentes. Eran las llamadas Tweet-Redadas.

El trabajo que encara ahora en Iberdrola es complicado. La Policía está entre las instituciones mejor valoradas por los españoles. No así las eléctricas, que tienen una imagen no negativa, sino lo siguiente.

Con su fichaje, Iberdrola pretende replicar el éxito que Carlos Fernández ha conseguido con la Policía. Lo contrario sería un error. Es como si un equipo de fútbol ficha a Guardiola y el presidente le exige que los jugadores no toquen tanto el balón y ponga a cinco defensas.

Ya hay tuiteros que le han soplado los primeros tuits que debería publicar cuando se haga con las riendas del Twitter de la eléctrica: "IBERDROLA K ASE" o "Iberdrola cómo mola, se merece una ola". ¿Se atreverá?