Antes de que el diseñador gallego Roberto Verino recrease el paraíso sobre la pasarela madrileña, por la mañana, el mensaje de felicidad vino del universo artístico de los hermanos Aitor e Iñaki Muñoz, y su firma Ailanto, el minimalismo tropical de Ángel Schelesser y la explosión de color de Ágatha Ruiz de la Prada.

La diseñadora madrileña puso a bailar y a sonreír a sus modelos en una propuesta marcada por los colores pastel y los patrones con alma comercial, con los que puede querer aprovechar la visibilidad que le ha dado su clienta más mediática, la controvertida cantante Miley Cyrus.

La Madrid FashionWeek continuará hoy con las propuestas de los jóvenes Moisés Nieto, la lencería del veterano Andrés Sardá y el lenguaje futurista de Amaya Arzuaga.