Los padres de Andrea, una niña de 12 años que sufre una enfermedad rara y degenerativa, han pedido "una muerte digna" para su hija tras agravarse su larga lucha vital. La situación de la pequeña, ingresada en el Hospital Clínico de Santiago, empeoró el pasado mes de junio con una trombopenia. En la actualidad, su cuerpo no tolera ya la alimentación artificial y se enfrenta a una desnutrición calórica-proteica, según informa la Cadena Ser.

Estela Ordoñez, la madre, ha asegurado que "no estamos pidiendo eutanasia" sino que "pedimos que la seden y que mi hija se vaya poco a poco sin sufrir". En su lucha, los padres han conseguido que el comité de bioética asistencial les dé la razón para retirar el soporte vital que prolonga la vida de Andrea. Sin embargo, el servicio de pediatría del hospital ha decidido no seguir las recomendaciones del comité ya que no son vinculantes. En este momento los progenitores de la pequeña se encuentran reunidos con la gerencia del hospital para buscar una salida para Andrea.

La petición se produce después de que el Parlamento de Galicia aprobara por unanimidad la Ley de derechos y garantías de la dignidad de las personas enfermas terminales que anula la objeción de conciencia de los médicos a la sedación de enfermos terminales.

En Galicia, casi 4.500 personas han dejado constancia por escrito, a través de un testamento vital, de su voluntad sobre los cuidados y tratamientos que desean recibir en un futuro si sufren una enfermedad terminal o un accidente los deja en situación irreversible. Con ello, piden que no se alargue su vida artificialmente si su estado es irreversible.