El 53% de las personas que acuden a Cáritas viven en hogares donde alguno de los miembros trabaja, de forma que tener un empleo "no parece que esté ofreciendo suficiente protección" ante el impacto de la pobreza o la exclusión social. Son conclusiones de la Memoria Confederal de Cáritas de 2014, organización que atendió el año pasado a 2.197.461 personas en España, lo que significa una "cierta estabilización" en los últimos cuatro años, de los que el 73% eran españoles o de países de la UE-15.

En la presentación, el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, insistió en que son personas que sufren con mayor intensidad los problemas de la crisis. "El trabajo no asegura un mínimo vital para vivir", pues el salario "no es justo ni es digno en muchas ocasiones", señaló.

Entre otros datos, la memoria de Cáritas revela que hay personas desempleadas en el 65,8% de los hogares asistidos por esta entidad y de los parados atendidos, el 74,2% lo es de larga duración. El 59,2% de las familias asistidas por Cáritas acudieron previamente a los servicios públicos, fundamentalmente municipales, pero la ayuda no era suficiente para sus necesidades.

El informe también revela que el 58,1% de los atendidos se encuentran en situación de pobreza (severa en el 24,9% de casos) y el 68,4% están en exclusión social. Sobre el tipo de familia, el 53% son parejas con hijos y más del 19% son mujeres con niños.

Cáritas invirtió durante el último ejercicio 305,6 millones de euros, un 5% más que en 2013, para atender a 4,3 millones de personas en España y el extranjero, con la colaboración de 82.000 voluntarios (un 5 %más). El 73 % de los fondos proceden de donaciones privadas, y el resto de entidades públicas.

La mayores partidas correspondieron a Acogida y Asistencia (80,5 millones) y Empleo y Economía Social (40,7 millones de euros).

Mora señaló que el empleo era una vía de inclusión social hace unos años, pero ahora hay familias que, aun trabajando, necesitan la ayuda de organizaciones sociales, y recordó que, según el INE, el 14% de los empleados se encuentra en situación de precariedad salarial.

El número de personas atendidas en España y fuera constatan que que la realidad de la pobreza y la exclusión "sigue entre nosotros", enfatizó.