La auxiliar de enfermería Teresa Romero -la gallega que se contagió del virus del ébola el pasado año tras cuidar a uno de los misioneros infectados y que hoy será nombrada Hija Adoptiva de Becerreá- afirmó ayer que se recupera bien, no tiene secuelas, y está convencida de que "no va a volver" a recaer en la enfermedad. "Estoy bien, pero aún estoy de baja. He pasado el tribunal y me han dicho que todavía no estoy bien para trabajar", señala.