Hace un año, la pontesa Olalla Sueiro descubrió a través de las redes sociales un proyecto solidario que busca iluminar los días más grises arrancando sonrisas con puntadas llenas de color. Se trata de Kimo-Kap, una red de voluntariado que promueve la donación de gorritos-bandanas para los niños que perdieron el pelo a causa de los tratamientos oncológicos o, como ella misma explica, "para que nuestros pelones -como llaman cariñosamente a los pequeños- puedan llevar algo en la cabeza que les dé fuerza".

Sueiro es, desde el pasado febrero, la coordinadora de la delegación en Galicia. En total, hay más de una treintena repartidas por toda España. El objetivo es siempre el mismo: llegar a todos los niños ingresados en los hospitales. Hay "un montón de maneras" de colaborar en el proyecto. "Algunas personas nos envían los gorritos-bandanas ya hechos; otras, las que no saben coser, donan telas o hilos; las que no cuentan con suficientes recursos para comprar el material, colaboran cosiendo; e incluso hay quien nos manda la tela con el patrón ya cortado para acelerar el proceso. Lo único que no aceptamos son donaciones económicas", destaca.

La delegada de Kimo-Kap en Galicia asegura que el proyecto está teniendo una acogida "muy buena" en la comunidad, donde cuenta ya con medio centenar de colaboradores. El próximo día 12, sin ir más lejos, celebrarán un taller en Ferrol, y el 19 otro en Lugo, para enganchar a más personas a su cadena solidaria.