Como cada 22 de diciembre, las propietarias de la administración de lotería de Rey Daviña, en plena milla de oro de Vilagarcía de Arousa, no se despegaron de la televisión durante toda la mañana. Iban saliendo los premios y nada, parecía que este año tampoco había suerte. Pero "la ilusión no se pierde hasta el último momento", sonríe María Abalo, una de las responsables del establecimiento. Y es que el tercer premio de la Lotería de Navidad se hizo de rogar „fue el último en salir del bombo„, una espera que valió la pena a la administración número 2 de Vilagarcía, que por primera vez en su historia repartió suerte en este tradicional sorteo. Así, vendió una serie del número premiado, el 5163, que dejó en la capital arousana medio millón de euros.

Los diez décimos en su totalidad fueron comprados por vecinos de la ciudad.Cuatro se despacharon en ventanilla y seis a abonados, es decir, clientes habituales que juegan el número 5163 a lo largo de todo el año. "Todos son de Vilagarcía. Estamos contentísimas y muy ilusionadas", declaraba Abalo pasada la una y media de la tarde.

A esa hora el teléfono no paraba de sonar ,y en algún momento se llegó a colapsar la línea, pues a medida que la gente se iba enterando de que la longeva administración vilagarciana había repartido un tercer premio, llamaba al establecimiento para felicitar a María Abalo y Mar Barreiro, las dos dueñas del negocio.

También alguno de los agraciados telefoneó al despacho de lotería, pero ninguno de ellos se acercó hasta allí. Las loteras compraron champán e incluso encargaron unas camisetas conmemorativas para la ocasión: "Tercer premio vendido aquí", rezaban las prendas. Al no acudir los premiados, descorcharon la botella y brindaron con otros clientes.

Aunque los agraciados no se dejaron ver por la administración de Rey Daviña, a los viandantes que transitaban por la principal calle peatonal de Vilagarcía (un día de mucha afluencia en la vía pública debido a la celebración de la feria del martes) no les pasó desapercibida la gran expectación mediática concentrada en el lugar, así como la pantalla en el interior del local que anunciaba que allí había caído el tercer premio, con un total de 500.000 euros. "¿Os tocó?", formulaba una mujer. "¿Os quedaríais vosotras con algún décimo, no?", preguntaba otra. "No, pero estamos contentas por repartir el dinero entre gente de Vilagarcía", se daba por satisfecha María Abalo, al frente de este negocio familiar que anteriormente ya fue regentado por su padre.

Después de tres años, la suerte ha vuelto a sonreír a Vilagarcía (en 2010 se repartieron 3 millones de euros por distintas localidades arousanas).

Y además por todo lo alto, con el mayor premio que cayó en Galicia, el tercero, si bien en otros municipios la Lotería de Navidad repartió una mayor cantidad de dinero al venderse más décimos (en la capital arousana solo se despachó una serie).