La lotería también deja solidaridad en muchos aspectos, como ocurrió ayer en Vilanova, donde el número 97040 resultó premiado con una pedrea y con la terminación. De este número adquirió la comisión pro-rehabilitación de la iglesia de A Pastoriza más de 250 papeletas. Las vendió en décimos y participaciones para tratar de conseguir fondos para la rehabilitación de uno de los monumentos del municipio y se han encontrado con la sorpresa de que "han tocado seis euros por cada uno invertido". Pablo Ventoso, uno de los integrantes de la comisión, reconocía ayer que "varias personas nos han comunicado su decisión de no cobrar las participaciones y dejar como donativo este premio, algo que agradecemos por la necesidad que tiene el antiguo templo de ser reformado". La comisión adquirió más de 5.000 euros del 97040, por lo que ha repartido una cantidad superior a los 30.000 euros.

La iglesia fue construida en el siglo XVIII y fue el templo parroquial de Vilanova hasta los años 50, cuando se abandonó la parroquia para trasladarse a la de San Cibrán. Desde entonces, ha iniciado un serio declive hacia un estado ruinoso que quiere paliar esta comisión para convertirla en un espacio sociocultural.

Uno de los datos más reseñables del templo es que en su interior fue bautizado el escritor Ramón María del Valle-Inclán en 1866.

Además de la comisión para rehabilitar la iglesia de A Pastoriza también resultó premiado con una pedrea el número 50253, repartido en Cambados por la asociación contra la Atrofia Muscular espinal (AME), que adquirió los boletos en la administración de lotería número 1 de la villa del albariño.

La suerte de las pedreas también sonrió a instituciones como la Cofradía de A Illa, que a través del número 63.163 ha repartido cinco euros por cada uno de los invertidos.

En Vilagarcía, la suerte sonrió a los clubes deportivos. Arosa, a través del 71184, y Vilagarcía S. D., con el 62141, repartieron varios miles de euros entre sus socios y seguidores. Además, bares como el Jardín de Vilanova o el Con do Moucho de A Illa también llevaron la suerte a sus clientes.