Los dos cuartos premios del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad dejaron algunos pellizquitos de suerte en multitud de localidades españolas. Los dos números, el 52215 y el 71119, estuvieron muy repartidos por toda la geografía española. El premio está dotado con 200.000 euros a la serie, unos 20.000 euros por décimo, dos números que los loteros aseguraron que se habían vendido muy bien debido a su "atractivo".

El más madrugador fue el 52215, que abandonó el bombo unos minutos antes de las diez de la mañana. Nada más salir se produjo un gran alboroto en el Teatro Real donde se desarrollaba el sorteo. Una vendedora de lotería saltó de alegría al creer que había sido agraciada. Pronto se vio rodeada de cámaras de vídeo y de fotógrafos.

"¡Qué agobio, qué agobio, pero si parezco la Pantoja", destacó cuando vio el alboroto que se había montado. Pero la desilusión llegó cuando la supuesta agraciada sacó su décimo del bolso y comprobó que no era el premiado, le había bailado un número.

Donde sí que tocó fue en la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig, donde se repartieron siete millones de euros gracias a ese cuarto premio, en un total de 350 décimos. El propietario del despacho, Manuel Soto, aseguró que había estado vendido ese "atractivo" número hasta el mismo lunes por la noche. Ayer solo se conocía que una camarera que arregla habitaciones en un hotel de lujo de Alicante y la dependiente de una zapatería del propio San Vicente figuraban en la extensa lista de premiados.

La localidad cacereña de Tornavacas también fue una de las premiadas. Uno de los bares del pueblo repartió 2,4 millones con la venta de unos 120 décimos. Mientras que en las Torres de Costillas (Murcia) la única administración de la localidad y que lleva abierta 29 años, vendió 150 décimos de este cuarto. Nunca antes había dado un premio de Navidad.

Otra lotera de Orense destacó el "atractivo" del número. "Nos habían devuelto algunos números de la serie, pero acabamos vendiéndolas durante la noche del lunes", señaló. Tan nerviosa estaba la lotera que había colocado un cartel en su establecimiento que decía que allí había tocado un quinto premio, en lugar del cuarto.