La suerte llegó ayer hasta Sanxenxo. Lo hizo a través del sorteo de Navidad de la Lotería Nacional. A la localidad, la más afortunada de este año en Galicia, fueron a parar más de 5,7 millones que se repartirán entre los que confiaron en el 89023, vendido en su mayoría en una conocida cafetería.

Pasaban siete minutos de la una cuando los niños de San Ildefonso cantaban desde Madrid el 89023 como el último quinto premio, dotado con 60.000 euros a la serie y 6.000 al décimo. Tras la sorpresa inicial, la noticia corría como la pólvora en la media hora siguiente por la villa turística, casi vacía en esta época de año. Fue la administración de Lotería número 1, propiedad de Cholo Moldes, la que vendió los 960 décimos. La mayoría, 850, fueron a parar a la cafetería California, a pocos metros del paseo del Silgar. El resto, 110, fueron adquiridos en ventanilla.

El número repartió la suerte por diferentes puntos de España, ya que también se puso a la venta en administraciones de Albacete, Almería, Baleares, Barcelona y Vizcaya. Además, tanto los responsables de la cafetería como el de la administración de Sanxenxo reconocían ayer que entre sus clientes se encuentran numerosos turistas, puesto que los décimos se pusieron a la venta en el mes de julio, en plena temporada alta de veraneo.

La cafetería se encuentra a escasos metros del edificio donde el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, posee el apartamento en el que pasa en ocasiones sus vacaciones. "¡Seguro que a él también le ha tocado, porque toma el café ahí!", aseguraba ayer una vecina desde su coche cuando circulaba por el paseo de Silgar.

El matrimonio formado por Clotilde Ferreira y Eugenio Castro, propietario del establecimiento, lo negó. "En esta ocasión sabemos que ni él ni su mujer se llevaron ningún décimo", afirmaron. Por el contrario, sí se mostraron seguros de que dos de los escoltas del dirigente popular habían adquirido los décimos afortunados. "Este número se ha ido a muchos lugares de Galicia y de España, como Canarias, Madrid o Castilla y León, ya que muchos de nuestros clientes proceden de allí y vienen en verano hasta Sanxenxo", señala Clotilde.

La cafetería lleva 27 años jugando a este número. "Como mi marido es de Cambados, al principio traíamos un número de allí. Pero después decidimos abonarnos también a uno de Sanxenxo, por eso de que el negocio está aquí. Ahora, mantenemos ambos cada año", explica la propietaria.

"Es la primera vez que nos toca un premio. Yo tenía el televisor encendido y pegué un salto impresionante. Pensé que era uno de los grandes; después ya me di cuenta de que era un quinto, pero está muy bien igual", reconoce la mujer.

"Cuando me lo dijo mi mujer, hasta se me quitó el hambre. Ya nos vinimos para aquí en cuanto pudimos", concluyó el marido.