Galicia se mantiene a la cabeza del país en incidencia de tuberculosis, pese a que la cifra de afectados se redujo casi a la mitad en los últimos diez años. La comunidad gallega registró un total de 553 casos en 2014 -más de uno nuevo al día-, lo que supone un 46% menos que en 2005, cuando hubo 1.023 infectados, según los datos que acaba de publicar la Consellería de Sanidade. Unas cifras que sitúan a Galicia como la tercera comunidad con mayor número de casos al año, sólo superada por Cataluña (893) y Madrid (576).

Los casos de esta infección respiratoria -causada por la bacteria mycobacterium tuberculosis y que provoca síntomas similares a los de un catarro que no da curado, junto a fiebre y malestar general- bajaron en todas las áreas sanitarias gallegas. El mayor descenso se produjo en el área de Ourense (un 58% menos de casos al pasar de 147 en 2005 a los 61 de 2014), seguida de Vigo (bajó un 52%: de 203 a 96), Santiago (-45%: de 126 a 69) y A Coruña (-43% al pasar de 281 a 158). La caída es todavía mayor si se analizan los datos de los últimos veinte años desde que la Xunta puso en marcha el Programa Galego de Prevención e Control de Tuberculosis: los nuevos contagios bajaron un 72%.

De este modo, según informaba ayer la Consellería de Sanidade en el boletín epidemiológico, Galicia logra una tasa de 20 casos por cada 100.000 habitantes. La Xunta recuerda que su objetivo es bajar esa incidencia ya que con menos de 20 casos por cien mil habitantes, "Galicia estaría considerada una comunidad con baja incidencia de tuberculosis; que es el camino para conseguir su eliminación". Por el momento, va camino de conseguirlo ya que sólo tres áreas sanitarias superan todavía esa tasa: A Coruña (28,8 casos por cada cien mil habitantes), Pontevedra (23,9) y Ferrol (20,2).

Sanidade resalta que seis de cada diez nuevos infectados durante el último año analizado fueron hombres y se centraron en las franjas de edad de 25 a 34 años; de 55 a 64 y mayores de 75 años. Además, hubo 35 casos de tuberculosis en edad pediátrica (menos de 15 años), lo que supone el 6,3% del total. Del total de pacientes que iniciaron el tratamiento, "el 69% presentó algún factor de riesgo", según explicó la Xunta, quien señaló que el más frecuente era el tabaquismo (el 22,2%) o la coinfección con VIH (4,2%). Además, los datos del Sergas revelan que un 7,4% de casos se produjeron en inmigrantes.

En cuatro de cada diez pacientes fue preciso un tratamiento supervisado para garantizar la curación -algo que se logró en el 91% de los casos- y evitar la transmisión de la enfermedad al resto de la población, según indica Sanidade en su último boletín epidemiológico, donde resalta el bajo porcentaje de tuberculosis resistente (11%).

Una vez diagnosticada la tuberculosis, el paciente debe permanecer un tiempo en casa para evitar contagiar a otras personas y recibe un tratamiento que debe mantener durante meses. Además, se realizan pruebas a las personas allegadas para establecer si portan el bacilo de la tuberculosis. Sanidade sostiene que en el último año, se realizó un estudio a un total de 4.112 contactos de pacientes con tuberculosis, de los que el 30,4% (unas 1.250 personas) estaban infectados -portaban la bacteria, pero la enfermedad no se había desarrollado- mientras que sólo el 1,2% (48 pacientes) ya tenían síntomas de la patología durante el estudio.

A nivel estatal, en 2014 -último año del que se disponen datos- se registraron 4.753 nuevos casos de tuberculosis (una media de 13 al día). Tras Cataluña, Madrid y Galicia, Andalucía y Comunidad Valenciana fueron las autonomías con mayor incidencia al contabilizar 483 y 429 casos, respectivamente. En lado contrario, Cantabria, Extremadura, Navarro o Murcia, donde no se alcanzan ni el centenar de casos al año, según los datos de Enfermedades de Declaración Obligatoria que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Desde la Consellería de Sanidade resaltan que se están realizando "grandes avances para controlar y curar la tuberculosis", pero reconocen que pese a ello "hay gente que todavía enferma y muere de esta dolencia en nuestra comunidad, por lo que todavía queda mucho por hacer para conseguir su eliminación". Por ello pide la colaboración de toda la población ya que cuanto antes se diagnostique la patología, antes el paciente comenzará el tratamiento y antes se corta la cadena de transmisión de la dolencia.