"Yo controlo" o "es solo un euro" son algunas de las frases que tienen que escuchar, a menudo, los familiares y amigos de ludópatas en potencia. Los expertos advierten de que cada vez son más los casos de adicción al juego en A Coruña. Agalure, la asociación de ludópatas rehabilitados ubicada en la ciudad, destaca el "espectacular" aumento, en torno a un 54%, de las consultas atendidas el año pasado. El juego tradicional continúa siendo el rey -alrededor de un 35%, cuando antes oscilaba entre el 50 y el 60%-, pero con las apuestas deportivas y el juego online pisándole los talones (20%).

El secretario de Agalure, Gerardo Rodríguez, señala que el perfil del adicto a apostar por internet y el ludópata tradicional es diferente. "Si antes hablábamos de gente de entre 35 y 45 años, ahora nos encontramos con jóvenes de 20 a 30 años, e incluso menores", advierte Rodríguez. Una realidad que los expertos de Agalure comprueban en los talleres de prevención que desarrollan en 16 institutos de A Coruña. Y es que en los centros que visitaron hasta el momento, uno de cada tres alumnos afirma haber jugado por internet, algo que, confiesan, les deja "asombrados". El tiempo medio de desarrollo de la adicción también varía de una modalidad de juego a otra, ya que "mientras que un jugador tradicional tarda entre cuatro a seis años en convertirse en adicto, en las plataformas online se reduce a la mitad", apunta Rodríguez.

La facilidad de acceso a las plataformas digitales es, para los expertos de Agalure, el problema principal. "Los jóvenes de hoy en día son nativos digitales y quienes deberían supervisarlos los dejan a su aire porque 'como ya controlan...'. Y el problema es que no lo hacen, y un abuso puede llegar a convertirse en una adicción. Por eso hay que estar alerta", advierte el secretario de Agalure, quien destaca que no es cuestión de cuántas horas se pase delante de la pantalla, sino del control que se tenga cuando se apuesta. "Si yo establezco que voy a jugar un euro no hay problema, pero si mañana juego otro, pasado cinco y con lo que gano vuelvo a apostar... el problema es lo que pienso, no el tiempo ni el dinero", señala.

El machaque publicitario de las casas de apuestas es también un hándicap a la hora de prevenir la adicción, ya que en muchas ocasiones son los propios jugadores de fútbol, presentadores o actores, los que protagonizan estos anuncios para hacerlos más atractivos. "Es un contrasentido. Como los niños de San Ildefonso colaborando con el juego. Les estamos diciendo a los chavales que jugar y apostar es algo normal... y los operadores miran para otro lado", critica Rodríguez.

En el caso de las apuestas deportivas, la confianza es "lo más peligroso". "Dicen que saben mucho de fútbol, pero el deporte no es solo habilidad, entran en juego más factores. Se confían y ese es el primer error. Por eso hay gente que empieza haciendo una apuesta de primera división de la Liga española y acaba apostando en la India y al siguiente saque de banda, por la emoción", explica el secretario de Agalure.

En la asociación coruñesa de ludópatas rehabilitados aún no se explican cómo las instituciones permiten los cebos en los portales digitales. "En el juego presencial, las máquinas tragaperras no te regalan cinco euros por poner uno. La casa siempre gana", señalan. Otro de los problema con el que se encuentran en Agalure es "la suplantación de identidad", tanto en menores como en adultos, que utilizan la tarjeta de un familiar para jugar. Cuando empiezan la necesidad de jugar cada vez más, la ansiedad si no se apuesta, las mentiras, el descuido de las relaciones personales y laborales, los cambios de humor, los sentimientos de culpa y se empieza a dormir menos, hay que pedir ayuda. "Sí que es cierto que la mayoría vienen arrastrados por los familiares, pero también hay quien lo hace por voluntad propia, y en estos casos la rehabilitación, evidentemente, es mucho más corta", indica Gerardo Rodríguez.

Pero no solo los ludópatas sufren las consecuencias de su adicción. "La adicción al juego es un carril paralelo al de un drogadicto o un alcohólico; la única ventaja es que no existe la necesidad de consumir una sustancia. Siempre decimos a las personas que vienen con familiares que son ellos los que sufren la adicción, pero sus familiares también la padecen. Por eso ellos son una parte muy importante en la terapia", apunta el secretario de Agalure.

Los expertos de la asociación coruñesa apuestan por "la prevención" para reducir el porcentaje de adictos al juego, y piden apoyo a las instituciones públicas. "Tenemos muy buena sintonía tanto con el Concello como con la Diputación. Nos falta mejorar con la Administración autonómica. El problema es que nos tienen como a los niños pequeños de las adicciones y no se están dando cuenta de que hay un problema de fondo muy importante", alertan desde Agalure, y añaden: "No estamos en contra del juego, estamos a favor de un juego responsable, y eso no significa poner una pegatina donde diga 'juega con responsabilidad', con eso no hacemos nada", advierte Gerardo Rodríguez, quien señala que una de las ventajas que tiene el juego electrónico con respecto al tradicional es el sistema de identificación. "En el juego online hay una legislación a nivel nacional y la autoprohibición no te permite jugar en ninguna casa de apuestas española por internet, precisamente, porque hay que aportar el DNI y con eso ya estás bloqueado. Nosotros pedimos lo mismo para el juego presencial, porque cada comunidad autónoma hace como le da la gana", critica.