El Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña será el primer hospital gallego y el segundo a nivel estatal en utilizar perros de terapia con algunos pacientes. Tres canes, adiestrados para terapia y asistencia, acompañarán a niños con trastornos del espectro autista o daño cerebral en el marco de un proyecto de investigación cuyo objetivo es determinar si la presencia de los animales mejora las relaciones sociales, comunicativas y afectivas de estos menores. El proyecto, en el que colaboran las fundaciones María José Jove y Profesor Novoa Santos, el Centro Canino DeMontegatto y la facultad de Terapia Ocupacional de la Universidade da Coruña, se pondrá en marcha entre marzo y abril y en él participarán de 20 a 25 menores.

Los beneficiarios de esta iniciativa serán niños, de 2 a 6 años con autismo o daño cerebral, que acuden con regularidad a la Unidad de Rehabilitación Infantil y Atención Temprana del Materno. Será durante el tiempo de espera para acudir a consulta cuando interactuarán con los perros del proyecto. "Queremos ver si la presencia de los animales influye en su manera de relacionarse y comunicarse. Además, los perros crean un clima de calma que puede ser positivo para que estos menores se relacionen con su entorno y minimizar el impacto del hospital en los niños", señala el jefe de esta Unidad, Miguel Alonso, quien deja claro que la terapia con perros en ningún caso impide seguir con la convencional: "No se trata de sustituir la terapia, sino de complementarla".

La sala de espera será el original lugar para esta terapia con animales. La idea es que los pequeños lleguen antes de la hora de la consulta y aprovechen este tiempo para interactuar con los perros. Cómo se comporten ante ellos y cómo evolucionen formará parte de una investigación -que incluirá datos tanto cuantitativos como cualitativos- con la que se busca demostrar la influencia positiva que los animales tienen con estos pacientes. "Veremos si es el niño quien se acerca al perro o hay que acercárselo, si interactúa con él y con el resto de personas presentes en la sala, si llama a los padres para que se acerquen al animal o si se tumba junto a ellos", explica la coordinadora del programa y responsable de la Unidad de Investigación de Terapia Ocupacional de la UDC, Adriana Ávila, quien resalta que está demostrado que los pequeños "se suelen acercar a los perros porque dan calor y también por la sensación de apoyo que les dan".

Los protagonistas de esta iniciativa pionera -a nivel estatal sólo el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona trabaja también con perros para terapia- son tres perros adiestrados en el centro DeMontegatto. Se trata de Fusco, de raza can de palleiro; Marrón, un labrador retrevier y Venus, un perro de agua. Los tres fueron educados como perros de asistencia y terapia y han superado la evaluación de criterios sanitarios, higiénicos y de obedeciencia por especialistas veterinarios homologados por la administración autonómica que les "permite pasar a formar parte del proceso terapéutico funcionando como coterapeutas". "Los perros ya de por sí son terapéuticos, pero en este caso se trata de perros adiestrados para trabajar en situaciones en las que no podría otro perro como puede ser con aglomeración de gente, con ruido de sirenas, el olor del hospital, con muchos niños tocándoles, etc.", señaló el director de DeMontegatto, Octavio Villazala.

Esta terapia con perros en el Materno, un proyecto de investigación que tendrá una duración inicial de un año, se realizará durante dos sesiones cada semana y el tiempo de interactuación entre perro y paciente dependerá de la reacción del niño, algo que según aseguran los organizadores, se afianza con el tiempo. "Esperamos cambios en el ánimo de los niños y un paciente contento se cura antes", señaló el doctor Alonso.