Los dermatólogos gallegos aseguran que cada vez la población está más concienciada sobre los riesgos de una sobreexposición al sol, pero advierten de que aún sobreviven falsos mitos sobre cuál es la forma más saludable de buscar el bronceado sin dañar la piel. "Es un error pensar que si usamos fotoprotector da igual a qué hora o en qué condiciones nos expongamos al sol, también pensar que es lo mismo usar un protector de un índice bajo que uno alto o usar en niños un protector para adultos...", señala el doctor Emilio del Río, miembro de la Sociedade Galega de Dermatoloxía.

Lo primero que insta a aclarar es qué significa el índice de protección que aparece en todos los botes de crema solar. "Se refieren a la protección de los rayos ultravioleta B y hay que multiplicar el factor por diez minutos [es decir, uno de 15 protegerá sin riesgo a quemarse al usuario durante 150 minutos]", señala este dermatólogo, quien resalta que el factor mínimo que debería usar cualquier persona es 30. Además, conviene aplicarlo en casa -al menos media hora antes de tomar el sol-, con la piel seca y renovar después de cada baño o con frecuencia.

Pero vigilar la crema que se utiliza no es la única clave para luchar contra el cáncer de piel. "Es muy importante no tomar el sol entre la una y las cuatro de la tarde y a la hora de pasear protegerse con ropa de manga larga o un sombrero", señala este dermatológo gallego. Consejos a los que la Academia Española de Dermatología añade no olvidar la protección en zonas sensibles como los labios, hidratarse, no permanecer inmóvil al sol durante horas y vigilar que ciertos medicamentos pueden provocar reacciones a la exposición solar. "Es cuestión de tener sensatez", señala Del Río.