Los coruñeses a los que la crisis llevó a pedir ayuda a Cáritas Interparroquial apenas aprecian mejoría en su situación económica. La entidad atendió el pasado año a 2.107 familias de la ciudad y su área metropolitana, de las que 426 demandaban ayuda por primera vez, una cifra que "se mantiene estable en los últimos años" (en 2014 atendieron a 415 nuevas familias). "La cifra es similar a otros años porque se trata de una capa social muy vulnerable, sin prestaciones", señala el responsable de Cáritas en A Coruña, Vicente Iglesias, tras publicar la Memoria 2015.

Un total de 6.519 personas fueron atendidas en algún servicio de las 37 Cáritas Interparroquiales de A Coruña durante 2015, de los que la mayoría eran mujeres „el 67%, frente a un 33% de varones„ y de nacionalidad española (el 61%). "El nuevo perfil del usuario es el de personas de origen español, que tenían una vida normalizada, pero que se han quedado en paro y ahora precisan ayuda para el alquiler, los recibos, la alimentación", señala Iglesias.

Los datos de la Memoria 2015 revelan que la mayor parte del dinero que Cáritas destina a ayudar a colectivos desfavorecidos se destina a cubrir necesidades primarias. La mayor partida se la llevaron las ayudas para alimentación „un total de 182.915 euros, más otros casi 12.000 en vales de la cocina económica, que superan a los 166.000 de 2014„, seguidas del pago de recibos de electricidad y gas (79.458 euros), alquileres o pago de habitaciones (76.281), costear medicamentos (19.509) o 19.323 euros que se destinaron a dotar de material como libros de texto, menaje o material de higiene a familias.

Cáritas ofrece todo tipo de servicios a personas en situación económica precaria. Desde el programa farmacia „que cubrió los gastos farmacéuticos a personas que no pueden pagarlos (26 familias en 2015)„ o el comedor social „que ofreció más de 12.000 menús„ hasta convenios con clínicas dentales para la atención bucodental de personas en situación de riesgo y exclusión social o viviendas para personas sin recursos (los dos pisos disponibles acogieron a 6 familias el pasado año) o para que los presos puedan disfrutar de los permisos penitenciarios. Cáritas cuenta con un servicio de ropero para entregar prendas, juguetes o menaje a familias sin recursos.