Xosé Antón Salgado es investigador principal del CSIC „Instituto de Investigacións Mariñas„ en el proyecto Climefish.

-¿Hasta qué punto hay riesgo de desabastecer a la población de mejillón de cara al 2050?

-No lo creo, al menos en lo que se refiere al cultivo del mejillón, no veo que haya un problema, aunque si persisten las mareas rojas y merma de la carne del mejillón por el cambio climático la calidad se irá reduciendo con el paso de los años. Con el conocimiento que tenemos, vamos a hacer pronósticos de lo que puede pasar. Así, antes de 2050, se pueden tomar medidas de adaptación. Al tratarse de un cultivo, hay formas para mejorar la producción. Si vemos que hay menos nutrientes y el mejillón crece menos, lo que podríamos hacer es colocar menos mejillones en cada cuerda. Al haber menos, crecen más. El sector deberá decidir si quiere el mismo número de mejillones que ahora pero de menos calidad, o si quiere tener más de mejor calidad. Otra posibilidad pasaría por cambiar de ubicación las bateas

-¿Contarán con la opinión de los bateeiros?

-Este no es solo un proyecto científico de hacer estudios y

modelos. decir También se propondrá a las empresas lo que pueden hacer, preguntarles a ellos qué opinan, interaccionar con las compañías para elaborar planes estratégicos.