La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) confirmó ayer la presencia de la toxina botulínica en un bote de judías blancas cocidas que consumieron el pasado día 27 dos bomberos de Palafrugell (Girona) hospitalizados por un brote de botulismo. Según informó ayer la Aecosan en su web, la toxina botulínica estaba presente en uno de los botes de conservas -el de judías blancas cocidas marca Bonpreu- que entregaron los dos bomberos a las autoridades sanitarias para su análisis.

La intoxicación se produjo en una comida en la que participaron nueve bomberos de Girona y que consistió en una ensalada casera a base de tomate, cebolla, migas de bacalao, pimiento rojo fresco y alubias blancas en conservas, además de postres.

Dos de ellos presentaron malestar general, vómitos, visión doble, dificultad al hablar y fotofobia, por lo que fueron hospitalizados, mientras que el resto de los comensales, por el momento, no presentó ningún tipo de síntoma. Todos ellos fueron advertidos de que en caso de presentar síntomas, acudan de forma urgente al hospital.