La extrema delgadez ya no tiene asiento en el transporte público de Londres. Desde el pasado 1 de julio toda la publicidad que utilice imágenes que se consideren no saludables o poco realistas del cuerpo humano serán eliminadas. De esta forma el nuevo alcalde de la ciudad, Sadiq Khan, quiere contribuir a acabar con los problemas de autoestima e inseguridades que generan este tipo de anuncios, especialmente en la población femenina.

El cartel de un producto para bajar de peso que utilizó a una modelo bronceada con un biquini amarillo y una cintura bastante delgada y, al lado, la pregunta, ¿Tienes listo tu cuerpo de playa?, ha sido el detonante de esta decisión, ya que generó más de 400 quejas presentadas a la Autoridad de Normas de Publicidad del Reino Unido pidiendo su eliminación. ¿Pero quién tiene poder para decir que tenemos cuerpo para ir a la playa o no? Se pregunta la población.

Reino Unido es uno de los países más concienciados sobre el daño que puede hacer la publicidad, y ya prohibieron antes otros anuncios que mostraban a la mujer como mero objeto, como el caso de Gucci, que tuvo que retirar su campaña en el país al mostrar a una modelo esquelética y con el rostro demacrado, y uno de Miu Miu, filial de Prada, protagonizado por una modelo de aspecto aniñado, recostada en una cama en actitud seductora, al creer que sexualiza la imagen de los menores.

Pero la capital británica no es la única que planta cara a este tipo de publicidad sexista. Francia también estudia penalizar los anuncios que incluyan modelos anoréxicas y España e Israel son países que ya castigan económicamente la glorificación de modelos excesivamente delgadas. En 2007, España negó desfilar a aquellas modelos cuya proporción entre peso y altura fuese inferior a 18 e Israel introdujo su ley ya en el 2003.

"La mayoría de las firmas siguen apostando solo por las chicas más estilizadas y se olvidan de las muchísimas mujeres que, como yo, necesitamos una talla más allá de la 44 y también queremos estar guapas", critica Susel González, modelo gallega de tallas grandes. "Claro que afectan ese tipo de publicidades con mujeres tan perfectas. Muchas niñas quieren imitar ese modelo cuando, en realidad, son irreales, aunque tampoco estaría de acuerdo con que aparecieran mujeres con obesidad, ambas imágenes son dañinas. Lo importante es que se muestre a personas saludables, que es a lo que tenemos que aspirar todos", añade González.

La prohibición londinense es aplaudida por los psicólogos que tratan trastornos de la conducta alimentaria. La psicóloga Marián García asegura que esta decisión "debería ampliarse a las vallas publicitarias de todos los espacios públicos". Admite que la anorexia y la bulimia no se desarrollan por una sola causa, como por ejemplo la publicidad con imágenes de mujeres muy delgadas, "pero que el estatus de belleza en general que todos vemos en la televisión, revistas, cine, etc., sea éste, no favorece a la erradicación de estos trastornos", apunta.

La directora de la asociación señala que "faltan muchos frentes en los que hay una total ausencia de control". En estos momentos, una de las principales preocupaciones de la entidad es la publicidad de productos adelgazantes "que siguen apareciendo impunemente en las webs de anorexia y bulimia. Hemos escrito una queja al Valedor do Pobo pero de momento no hemos recibido respuesta", indica.

Por su parte María Ferreiro, directora del Instituto del Tratamiento de la Conducta, critica que desde hace ya varias décadas "la sociedad, la moda y la publicidad se empeña en exigir a las mujeres un cuerpo determinado caracterizado fundamentalmente por la extrema delgadez". Ferreiro destaca que estas imágenes "están continuamente inyectadas en nuestra mente no sólo en vallas publicitarias sino también en las webs, en los maniquíes de todas las calles comerciales, en las revistas de moda o sociedad, las libretas, estuches, muñecas, presentadoras, actrices... Nos obligan sin duda a sentirnos frustradas, inferiores y eternamente culpables por no ser lo suficientemente buenas, capaces, exigentes o voluntariosas para conseguir ese cuerpo que es en realidad totalmente inalcanzable para la mayoría de las mujeres".

Toda esta frustración, advierte, "junto con una continua preocupación por nuestra imagen/cuerpo es el caldo de cultivo de los Trastornos de Conducta Alimentaria, que no olvidemos es el único trastorno psicológico que puede por sí mismo conllevar a la muerte del paciente".

La psicóloga opina de este modo que el argumento ofrecido por Sadiq Khan "es sumamente coherente". "Efectivamente el usuario del transporte público no puede escapar físicamente de la presión publicitaria a diferencia de la televisión o internet. Sin embargo, la realidad no es tan sencilla, sólo con visualizar un segundo una de estas imágenes la autoestima ya se puede ver mermada, incluso si rápidamente apartas la vista de ella. Sería necesaria una enorme labor de concienciación social unida a muchas más actuaciones similares para dejar de encontrarnos estas imágenes a cada paso".

Las agencias de publicidad consultadas, por su parte, tienen una visión más crítica con los límites de la publicidad. "Me parece inadecuado que un alcalde o un organismo municipal retire campaña alguna, me sorprende que tenga autoridad para hacer las labores propias de un juez", comienza Santiago Romero, director de Verve Creative Group. El publicista opina que en este caso "es más una cuestión de capacidad/incapacidad para cumplir la promesa de producto que una discusión sobre el uso inapropiado del cuerpo de la mujer".

Sin embargo, Romero admite que la relación entre este tipo de imágenes en la publicidad y el desarrollo de trastornos alimentarios es "real y directa". "Si presentamos de forma constante modelos de éxito poco saludables estaremos invitando a seguirlos e influyendo en el desarrollo de problemas de anorexia. Lo vivido en la industria del tabaco es prueba de ello. El cigarrillo en la mano o en la boca era modelo de éxito, algo impensable hoy", afirma el publicista, al tiempo que indica que "lo que debemos hacer es establecer las reglas del juego y respetar la forma en que se presenta esa imagen. De hecho, la mayoría de las campañas de moda respetan la imagen de la mujer", concluye.

También desde Anónimo Advertising creen que "toda publicidad que ofrezca estereotipos de cuerpos poco sanos, tanto de mujeres como de hombres, debería ser retirada y prohibida", apunta Sofía Fernández. "Cualquier profesional sabe que la publicidad ejerce un poder fortísimo en la sociedad y, por tanto, debe ser responsable con su trabajo; no todo vale y se puede hacer publicidad igual de buena, creativa e impactante sin necesidad de fomentar estos estereotipos irreales y absurdos".

La publicista gallega destaca que la provocación "es una herramienta muy eficaz, que puede lograr resultados inmediatos, pero nadie compra nada con lo que no se sienta identificado y por eso este tipo de campañas se pueden volver en contra".