Apenas llegó se instaló para siempre en mi vida. No hay nada mejor que encontrar un amor a medida", dice el estribillo de una de las canciones más conocidas de Joaquín Sabina. Y este estribillo lo podemos trasladar sin problemas a nuestra relación con los móviles. "Apenas llegó se instaló para siempre en nuestras vidas. No hay nada mejor que encontrar un amor a medida".

Desde la llegada de los teléfonos móviles, pero sobre todo de los smartphones, nos hemos hecho inseparables de estos cacharros. Sufrimos cuando se va a quedar sin batería, lloramos cuando se cae al suelo y al levantarlo la pantalla está hecha añicos o, simplemente, no salimos de casa sin ellos. Nos podemos olvidar las llaves, pero el teléfono no. Esa fobia ya tiene hasta nombre. Se llama nomofobia, el miedo a salir de casa sin el móvil.

El otro día arriesgué y probé a hacerlo. Sí, a salir de casa sin él. Y lo prometo. No pasó nada. Repito. No pasó nada. Ni se acabó el mundo ni la gente me miraba de forma rara cuando pasaba a mi lado.

Esta semana salió una de esas estadísticas que realizan una radiografía del uso que hacemos de la tecnología y de internet. Es la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares. La publica todos los años el Instituto Nacional de Estadística (INE), que junto a la de Telefónica, es de las más completas, sobre todo por el volumen de los encuestados: 20.000 hogares.

La primera conclusión que se saca tras leerla es que en España todavía no hemos llegado al punto máximo del uso de internet: un año más sigue creciendo el número de ordenadores que hay en los hogares (siete de cada diez disponen de, al menos, uno) y aumentan las personas que tienen acceso a la red (el 82%). También crecen los que usan internet (más de 27 millones o el 80% de la población) o los que compran a través de la red (una de cada tres personas lo ha hecho).

Pero hay un dato que llama la atención y es la omnipresencia del teléfono móvil. El 77% dispone de ordenador. Este porcentaje es ligeramente superior (1,2 puntos) al del año pasado. Pero es que el 96% de la población española, sí, el 96%, tiene un teléfono móvil. Pero no solo poseemos muchos teléfonos, sino que casi somos los líderes en la compra de móviles inteligentes.

España es el segundo país con mayor tasa de penetración de smartphones, según un estudio de Deloitte, solo superado por Singapur. Y es que el 88% de los españoles cuenta con un teléfono inteligente.

El dispositivo más utilizado para conectarse a internet no es el PC. Es, con mucho, el móvil (el 93,3% de los internautas lo menciona en la encuesta del INE). Tras él se sitúan el ordenador portátil (57%), el ordenador de sobremesa (45%) y la tablet (41%).

Y a esta omnipresencia de los teléfonos móviles en España ayudan mucho los más jóvenes. Según el informe del INE, el uso del ordenador entre la población de 10-15 años es prácticamente universal (95%), el mismo porcentaje que utiliza internet. Y tener un teléfono móvil se incrementa significativamente a partir de los 10 años hasta alcanzar el 94% a los 15. Es decir, nueve de cada diez jóvenes tienen móvil.

Ya lo decía Sabina: "apenas llegó se instaló para siempre en mi vida. No hay nada mejor que encontrar un amor a medida". Y con el móvil hemos encontrado ese amor. Si hasta podemos hacerle preguntas y nos responde.