¿Cuántos caminos tiene que andar un hombre

antes de que le llaméis hombre?

¿Cuántos mares tiene que surcar

la paloma blanca

antes de poder descansar en la arena?

Sí, ¿y cuánto tiempo tienen que volar

las balas de cañón

antes de que sean prohibidas para siempre?

La respuesta, amigo mío,

está soplando en el viento,

la respuesta está soplando en el viento.

Sí, ¿y cuánto tiempo tiene un hombre

que mirar hacia arriba

antes de que pueda ver el cielo?

Sí, ¿y cuántos oídos tiene que tener un hombre

para que pueda oír a la gente gritar?

Sí, ¿y cuántas muertes se aceptarán,

hasta que se sepa

que ya ha muerto demasiada gente?

La respuesta, amigo mío,

está soplando en el viento,

la respuesta está soplando en el viento.

Sí, ¿y cuántos años puede existir una montaña

antes de ser bañada por el mar?

Sí, ¿y cuántos años deben vivir algunos

antes de que se les conceda ser libres?

Sí, ¿y cuantas veces puede un hombre

volver la cabeza

fingiendo no ver lo que ve?

La respuesta, amigo mío,

está soplando en el viento,

la respuesta está soplando en el viento.