La séptima edición del Día da Ciencia en Galego, centrado este año en la Biología, reconoce a Cruz Ángel Gallástegui Unamuno tanto por su faceta de investigador en el campo de la genética vegetal como por su "profundo" compromiso con los problemas de Galicia en su época. Del ámbito internacional se destacó a Gregor Mendel, el padre de la genética y autor de las leyes que llevan su nombre. El acto tuvo lugar ayer en el Pazo do Hórreo, que alberga el Parlamento de Galicia y que con anterioridad fue la sede de un cuartel militar y de la escuela de veterinaria.

Durante la etapa en que el edificio se dedicó a fines educativos, parte de su terreno se utilizó para la Misión Biológica de Galicia que lideraba el propio Cruz Gallástegui. "Aquí nació el primer maíz híbrido de Europa", enfatizó el vicepresidente de la Cámara, Diego Calvo.

De la labor de este vasco nacido en Vergara (Guipúzcoa) en 1891 que murió en Pontevedra en 1960 englosaron en el acto la secretaria de Igaciencia, Inés Ben, y el científico y estudioso Francisco Díaz-Fierros. Este último fue quien puso en valor no sólo el tamaño de las mazorcas logradas por Gallástegui, sino también su contacto con los agricultores, con los que colaboraba y a los que enseñaba técnicas de cultivo.

También relató cómo, tras el traslado de la escuela de veterinaria, la Misión Biológica atravesó unos "años negros" hasta que, en 1927, la Diputación de Pontevedra ofreció una finca y unos presupuestos para poder mantener las investigaciones. Su importancia venía dada porque los trabajos científicos de este tipo únicamente se hacían, en aquella época, en un centro de Italia, en tres de Canadá y en 23 repartidos por EEUU.

Toda esta actividad convierte al investigador "afín" al Partido Galeguista, en palabras del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, en "uno de los padres de la modernización de la agricultura gallega".