Estupefactos y pasmados aún tras el resultado de las elecciones en Estados Unidos quizás lo único bueno de todo ello han sido las risas que nos han provocado todos los memes que han circulado por internet tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Por si alguno todavía no sabe lo que es un meme, aunque seguro que ha recibido más de uno por WhatsApp o los ha visto en Facebook y Twitter, son esos montajes fotográficos satíricos que tanto proliferan por las redes sociales.

Pues al PP no les gustan estos memes y están ya hartos de todas esas imágenes humorísticas que pueblan la red. El Grupo Popular acaba de presentar en el Congreso una propuesta para reformar la Ley Orgánica de protección del derecho al honor y a la intimidad para adaptarla al auge del uso de las tecnologías y ha puesto el foco en la difusión de esos montajes en internet.

"[La] proliferación del uso de las tecnologías de la información, y su enorme influencia actual, han incrementado las lesiones a los derechos recogidos en la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo", reza la proposición no de ley. Y como único ejemplo de esa necesidad de reformar la norma se refiere a "la frecuente vulneración del derecho a la intimidad personal y a la propia imagen que se articula con la subida de imágenes por terceros sin el consentimiento de sus titulares".

Es decir, si llega a aprobarse la propuesta y modificarse la ley, los memes, una actividad tan extendida para la crítica política y social, se convertirán en una actividad de riesgo y podrían llegar a ser considerados como delito, ya que no tienen el consentimiento de las personas que salen en ellos.

Es cierto que la citada Ley Orgánica es de 1982. Mucho antes de que llegase internet a nuestras vidas. Pero afortunadamente nuestro "derecho al honor y a la intimidad personal" ya está bien protegido, tanto en internet como fuera de ella. Ejemplos hay muchos como el concejal de Madrid Guillermo Zapata acusado de escribir tuits vejatorios contra Irene Villa o todos los que usan las redes sociales para hacer apología del terrorismo, lanzar amenazas o difamar. Todos ellos son denunciados y después son los jueces los que deciden su castigo. Es decir, ya tenemos las suficientes herramientas jurídicas para proteger nuestro honor e intimidad. A no ser que esta reforma lo que busque sea tener un mayor control de todo lo que se publica en internet.

"Nos preocupa esta reforma porque internet no requiere leyes especiales: deben existir en la red los mismos derechos y obligaciones que fuera de ella, y la normativa actual sobre el derecho al honor ya da cobertura a estos supuestos", aseguró la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) poco después de conocerse la noticia.

Aunque tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza. Por ahora. Por ahora solo es una propuesta. Y para cambiar una Ley Orgánica, como es la que nos ocupa, es necesaria la mayoría absoluta del Congreso. Aunque visto lo visto tampoco hay que descartar nada.

Eso sí. Parece una noticia de El Mundo Today que una de las primeras preocupaciones de los populares nada más llegar al Gobierno sea controlar los memes que aparecen en internet. Al igual que la que informó de que el nuevo ministro de Agenda Digital no tenga, por ejemplo, Twitter o solo posea, en el momento de escribir estas líneas, seis contactos en LinkedIn o no controle mucho de Facebook. No es que sea necesario todo lo anterior para ser un buen ministro de Agenda Digital. Para nada. Pero la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo.