Los niños son capaces de realizar muchas más cosas de las que sus padres creen. Tan sólo se necesita darles la oportunidad de demostrarlo y confiar en ellos, valorando todo aquello que hagan bien y aceptando que equivocarse es de humanos y que no siempre las cosas salen de forma perfecta.

Los niños no solo son capaces de colaborar en las tareas domésticas que realizamos diariamente, sino que deben hacerlo. Y es que son muchos los beneficios que aporta. No sólo porque nos descargará de trabajo, sino fundamentalmente porque colaborar en casa es positivo para su desarrollo psicosocial.

Encargarles tareas domésticas les enseñará el valor de la colaboración, la disciplina y las obligaciones y les estaremos transmitiendo la importancia del sentido de la responsabilidad. Si un niño nunca ha aportado su granito de arena en casa, difícilmente lograremos que a los 13 años lo empiece a hacer de forma espontánea.

Las prisas, la falta de tiempo, el pensar que los niños son demasiado pequeños o el subestimar sus capacidades impiden a menudo a los padres confiar determinadas tareas domésticas a sus hijos. Sin embargo, no hay excusas para no dejarles participar en los trabajos que realizamos en casa. Lo único que debemos saber es que ellos son capaces de realizar cualquier tarea siempre que sea adaptada a su edad madurativa o grado de madurez. A medida que vayan creciendo les podremos ir encargando nuevas responsabilidades.

En estas líneas te ofrecemos un listado de tareas que tus hijos pueden realizar, agrupadas según su edad. Lógicamente, no se trata de una clasificación fija, sino de un esquema que pretende servir de guía. En cada caso deberemos tener en cuenta el grado de madurez de nuestro hijo y adaptarnos a ello. Lo fundamental es saber que a medida que vaya creciendo y aumentando su autonomía podremos ir incrementando también de forma gradual sus responsabilidades y el grado de dificultad de nuestros encargos. Lo deberemos hacer con paciencia y siendo conscientes que nadie nace aprendido, sino que los conocimientos se van aprendiendo con la práctica y la repetición.

A partir de los 2 años

Todavía son muy pequeños, pero a esa edad los niños ya son capaces de realizar algunos trabajos domésticos sencillos, siempre bajo la atenta supervisión de un adulto. Pueden por ejemplo colaborar en ordenar y guardar sus juguetes, colocar la ropa sucia en su cesto o en la lavadora, regar las flores, ayudarnos con los utensilios de la cocina, colgar la chaqueta...

Entre 3 y 4 años

A esa edad es habitual que los niños imiten las conductas que ven entre las personas mayores que les rodean. Todavía bajo la supervisión de un adulto, podemos ir aumentando sus responsabilidades. Así, son capaces ya de guardar objetos en los cajones, pueden poner los platos y los cubiertos en la mesa o ponerlos en el lavavajillas, pueden colaborar a la hora de vestirse y desvestirse...

Entre 5 y 6 años

Su grado de madurez es cada vez mayor y, por tanto, también sus responsabilidades. A esa edad ya se le puede encargar vigilar durante breves periodos de tiempo a un hermanito o hermanita, puede colaborar a la hora de lavarse, poner y recoger la mesa, ayudar a hacer la cama, a cocinar, ir con el padre o la madre a tirar la basura, dar de comer a una mascota, poner los libros en su maleta...

Entre 6 y 7 años

Todavía necesita que un adulto le indique lo que debe hacer, aunque ya empezará a realizar tareas por iniciativa propia. Es capaz de preparar su ropa para vestirse, puede realizar algún encargo si no implica pasar por sitios peligrosos, puede limpiar la mesa, barrer con una escoba para niños, lavarse la cara y peinarse...

Entre 8 y 9 años

A esa edad los niños ganan mucha autonomía, por lo que sus responsabilidades también aumentan. Les podemos encargar, por ejemplo, que se preparen el bocadillo y cojan la fruta para llevar al colegio, pueden atarse los cordones de los zapatos, pueden hacer la cama, doblar y guardar la ropa, ayudar a hacer la lista de la compra, lavarse los dientes...

Entre 10 y 11 años

Debemos transmitirles que su dormitorio es su responsabilidad, por lo que ya pueden limpiarlo y organizarlo por su cuenta. A esa edad también debemos transmitirse que los debes son su responsabilidad, así que a pesar de que podemos seguir colaborando con ellos en tareas puntuales, deben realizar los deberes solos. Son capaces también de ducharse sin ayuda, poner solos el lavavajillas y la lavadora, lavar los platos, tender la ropa...

Entre 12 y 13 años

Su grado de madurez ya es muy notable, por lo que son capaces de organizar por sí mismos sus horarios. Les podemos encargar recados como vestir, bañar y dar de comer a sus hermanos, que recojan la cocina, que sirvan la comida al resto de la familia, que nos ayuden a lavar el coche, ayudar en las pequeñas tareas de reparación de la casa, que empiecen a encargar tarea a sus hermanos pequeños...