Además de las limitaciones a reponer las vacantes en el Sergas, las políticas de austeridad aplicadas durante los años de recesión económica obligaron también a los médicos a jubilarse a los 65 años. Hasta ese momento muchos facultativos prorrogaban su vida laboral incluso hasta los 70 años. Esta medida fue una de las más contestadas por los colegios médicos que incluso amenazaron con recurrir a la justicia para poder prolongar su actividad.

Finalmente, la Consellería de Sanidade accedió a sus demandas y hace medio año abrió de nuevo la posibilidad a los profesionales de continuar trabajando después de los 65 años.

Aunque el Sergas esperará a que se cumplan seis meses para informar de la cifra de médicos que han solicitado la prórroga de su vida laboral, el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, adelanta que pidieron continuar trabajando el 20% de los facultativos que cumplieron la edad de jubilación.

"Y se le concede a todos, salvo un porcentaje pequeño que se deniega, pero porque no cumple las condiciones físicas", explica.

En principio la prórroga que se concede es hasta los 67 años. A partir de esa edad, se analizará cada año si pueden prolongar un año más su actividad.

"Soy partidario de que jubilar a una persona que se encuentra bien a esa edad es perder una parte importante y sobre todo porque encima no tenemos entrada de un número suficiente de gente joven", explica el titular de Sanidade.