La Conferencia Sectorial de Educación, que reunió al ministro Íñigo Méndez de Vigo y a todos los consejeros del ramo, finalizó ayer con un acuerdo casi unánime sobre el borrador del real decreto que introduce cambios en las evaluaciones finales de la Lomce -las reválidas de la ESO y el Bachillerato- para volver al punto de partida. La de Secundaria no tendrá valor académico, será muestral y no general -las pruebas de diagnóstico se realizarán solo en determinados centros elegidos por las comunidades autónomas- y el examen de acceso a la educación superior será prácticamente idéntico a la selectividad de siempre y de su organización se encargarán de nuevo las universidades. En el caso de Galicia, durará tres días, frente a los cinco de máximo previsto en la Lomce, y no se prevé que incluyan preguntas tipo test, también como estaba recogido en la Lomce.

En una conferencia sectorial marcada por la confrontación en los últimos años, la de ayer fue una reunión de paz, también la primera de los consejeros autonómicos con el ministro de Educación desde que se formó gobierno el pasado mes de septiembre. El acuerdo, con objeciones del País Vasco, Navarra y Cataluña, llegó porque en la práctica supone dar la puntilla a la Lomce y acabar con sus reválidas, dos pruebas obligatorias e ineludibles diseñadas inicialmente para obtener los títulos de Secundaria y de Bachillerato. Definitivamente ya no será así, como se avanzó en las últimas semanas, pero ayer se conoció otra novedad, la que también convierte en muestral la evaluación externa de Primaria, de forma que unas y otras solo se realizarán en determinados centros seleccionadas por las comunidades autónomas y con el único efecto de diagnosticar la calidad global de la enseñanza.

El apretón de manos llegó porque partidos de uno y otro color quieren dar una oportunidad a la obtención de un pacto educativo que dé lugar a una nueva ley de enseñanza que nazca del mayor consenso posible. "Es un buen día porque con un paso como éste se consiguen objetivos grandes como es el Pacto de Estado por la Educación, porque la coincidencia ha sido muy grande", destacó el ministro. "Ha sido un encuentro casi sin precedentes", subrayó el consejero de Educación de Asturias, Genaro Alonso, en representación de las autonomías del PSOE. "En un acuerdo histórico y tenemos que aprovechar esta oportunidad para construir un edificio estable", comentó el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, quien destaca que la Xunta había reclamado oficialmente, ya antes de la formación de gobierno, que las reválidas no tuvieran valor académico y que el acceso a la universidad fuera lo más parecido a la selectividad que se pretendía sustituir.

Los alumnos se examinarán de las seis materias troncales de segundo curso de ESO -una más en Galicia por el idioma gallego- y no de las de los dos cursos de la etapa, las universidades serán las que realicen estas pruebas como hasta ahora y se mantiene el distrito único. El conselleiro indicó que en el caso de Galicia, "casi con toda seguridad", las pruebas de las nueva selectividad durarán también tres días -como hasta ahora- y que tampoco se prevé el uso de preguntas tipo test. No obstante, precisó que la decisión final corresponde a la CIUG, donde están representada las tres universidades gallegas.