La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, pidió ayer a la Fiscalía que, de forma urgente, inste del juez competente las medidas necesarias para preservar la intimidad y derechos fundamentales de Nadia, de 11 años, cuyos padres son investigados por presunta estafa por el dinero que recaudaron de donaciones anónimas y que en teoría iban a destinar a los cuidados de la niña.

Asimismo, la institución llama ahora a los medios de comunicación a "preservar la intimidad de esta menor, y evitar dar su nombre y circunstancias personales, incluidas las de carácter médico, que le afectan". "La dignidad y los derechos fundamentales de esta niña deben ser preservados y prevalecer en todas las circunstancias", afirma. Becerril recuerda que en un estudio en 2015 ya manifestó que "la preservación de la intimidad del menor víctima o testigo" es una necesidad esencial.