La edad para convertirse en madre se estira como nunca antes en Galicia. Los cambios sociales, la incorporación de la mujer al ámbito laboral y los avances de la medicina hacen que se dispare el número de gallegas que tiene hijos tras superar los 40 años. Sólo en una década se duplicó el número de madres que rebasaban esta edad en la comunidad -de 843 en 2006 a 1.822 en 2015 (un 116%)- y casi se triplica si el análisis se centra en quienes fueron madres más allá de los 45 al pasar de 50 a 120 casos en el mismo periodo, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Ser madre tras cumplir los 40 ya no es algo excepcional y los partos con una mujer de estas características como protagonistas ya representan el 10% del total de los registrados cada año en la comunidad gallega.

La tendencia es similar en las cuatro provincias gallegas aunque no todas van al mismo ritmo. A Coruña es la que presenta un mayor número de mujeres que son madres tras cumplir los 40 años (829 en el último año analizado) y la segunda con mayor incremento: un 113%, es decir, el doble en sólo una década. Le sigue Pontevedra (con 648 casos) y la mayor subida de la comunidad (+135%); Lugo (187, un 103% más que en 2006) y Ourense (158, un 88% más). Lo mismo ocurre si se analiza sólo la cifra de gallegas que tuvieron un hijo con 45 o más años. En este caso, las provincias con menor número de partos son las que experimentan un mayor incremento pese a que, en realidad, en números absolutos apenas haya casos. En Lugo, por ejemplo, la estadística indica que el número de madres mayores de 45 se multiplicó por siete en diez años: de sólo dos en 2006 a 17 en 2015. En Ourense se duplicaron (de 4 a 9), al igual que en A Coruña (de 28 a 57) y en Pontevedra casi se triplicaron (de 14 a 37).

Una de cada diez mujeres que se convierten en madres en Galicia ya superan los 40 años, pero el grueso de la maternidad se concentra en las treinteañeras: ellas protagonizan el 69% de los partos que se producen en la comunidad. Y mientras se dispara el número de madres maduras, baja el de adolescentes que tienen hijos. Los datos del INE revelan que, en la última década, la cifra de gallegas menores de 20 años que dieron a luz bajó un 40% al pasar de los 404 casos en 2006 a los 239 de 2015. Eso sí, la estadística indica que en el último año analizado hubo cinco menores de 15 años que se convirtieron en madres en la comunidad gallega.

La edad ideal desde el punto de vista biológico para convertirse en madre, según los médicos, sería entre los 20 y los 30 años. De hecho, la Organización Mundial de la Salud califica de "madres añosas" a quienes tienen su primer hijo por encima de los 32 años. Una definición que se realiza bajo criterios médicos y que indica que a partir de esa edad aumentan las dificultades para convertirse en madres porque baja tanto la cantidad como la calidad de los óvulos, especialmente a partir de los 35 años.

Los avances en la medicina y los tratamientos de reproducción asistida hace que muchas mujeres puedan cumplir su sueño de tener hijos más allá del límite que teóricamente marca la biología. Eso sí, los ginecólogos advierten que un embarazo a partir de los 40 años está considerado "de alto riesgo" por las complicaciones que pueden surgir tanto para la madre como para el feto. Estas mujeres tienen una mayor probabilidad de sufrir diabetes o preeclampsia (que causa hipertensión o la presencia de una proteína en la orina, entre otros síntomas) durante la gestación y el control médico que se les realiza es mayor ya que también hay mayor riesgo de alteraciones cromosómicas en el niño que pueden derivar, por ejemplo, en síndrome de Down. El riesgo, indican los especialistas gallegos, es superior cuando la madre es primeriza.