A sólo dos días para la entrega de los premios Goya, el coruñés Alberto Vázquez reconoce sentirse "tranquilo", pero sí aprecia "ciertos nervios" entre sus familiares y amigos. Este joven que opta dos galardones -mejor largometraje de animación por Psiconautas, que codirige con el vasco Pedro Rivero y mejor corto de animación por Decorado- agradece que estos galardones se fijen en filmes que se salen del clásico cine de animación comercial, pero lamenta que "apenas haya producción de este género en España".

-¿Qué supone hacer doblete y optar a dos premios Goya?

-Es muy estimulante para tu trabajo, sobre todo cuando no haces cine de animación comercial sino para adultos, con espíritu artístico. Somos una rara avis dentro del cine de animación y es interesante que los Goya, los premios de la industria del cine español, incluya estos trabajos. Está bien estar en el mismo sitio que el cine comercial.

-¿Es posible elegir entre Psiconautas y Decorado?

-Los dos son trabajos que quiero mucho, como dos hijos maravillosos. Sí que es cierto que a nivel emocional Psiconautas, al ser una película que nos llevó tres años de trabajo, parece que se tiene más en cuenta, pero Decorado también fue un año de trabajo.

-¿Cuál cree que tienen más posibilidades de ganar?

-Es complicado porque votan los académicos que es un colectivo muy heterogéneo, con gente que no está vinculada a la animación y no sé que criterios se siguen. Además, no solo depende de la calidad del producto sino de la labor de visibilización y de cómo los productores han movido, dado a conocer el filme.

-¿Cómo cambiará su carrera si el sábado logra alguno o los dos galardones?

-En el caso del largometraje, ganar es muy importante a nivel de distribución en los cines. Psiconautas se estrena el 24 de febrero y si ganase esto supondría un impulso a nivel promocional importante, gente que se animaría a verla porque ha ganado el Goya. No ocurre lo mismo con el corto ya que no se distribuye en los cines, ahí el premio ya es una cuestión de prestigio para el autor.

-¿Y a nivel profesional, ganar un Goya no supone ser más conocido para el gran público?

-No lo sé, la animación al igual que ocurre con el documental o los premios técnicos están algo ocultos en los Goya. Para gran parte de la población parece que estos premios son sólo la mejor película, actor... De todas formas todo suma. Preferimos ganarlo, pero si no, no pasa nada, la vida sigue.

-¿En qué situación se encuentra el sector de la animación en Galicia?

-No se produce prácticamente nada, pero ni aquí ni en el resto de España. Un ejemplo son las nominaciones a mejor largometraje de animación a la que sólo optan tres películas porque no se hicieron más.

-¿Por qué no se apuesta por la animación?

-En primer lugar porque es cara de producir. Son trabajos con tiempos más largos, de años, y necesitas tener contratado a todo un equipo durante más tiempo. Además, lejos de lo que la gente se cree, las ayudas que tenemos son muy justitas. Hay pocas y de poca cuantía sobre todo si se comparan con otros países.

-¿Tiene ya nuevos proyectos en marcha?

-Sí, ya estamos en la primera fase de un nuevo largometraje, La guerra del unicornio, una historia bélica entre osos y unicornios que viven en un bosque mágico. Una mezcla entre Bambi y Apocalipsis Now que parodia en cierto modo el cine de guerra.

-¿Hay fecha de estreno?

-No, estamos aún en la primera fase, con los guiones... Y nosotros además hacemos animación tradicional, es decir, frame a frame, hay que pintar todos los dibujos... Es difícil calcular el tiempo, pero tardaremos en años.