La Asociación de Médicos Interinos de Galicia (Asmig) demanda al Servizo Galego de Saúde (Sergas) un "procedimiento más eficaz" para hacer las pruebas de intolerancia alimentaria -lactosa y fructosa- tras denunciar la "intolerable demora" en su realización.

Por ello, la asociación reivindica que puedan ser "directamente solicitadas por los médicos de Atención Primaria y que se establezca un procedimiento más eficaz para su realización y resultado".

"Sería muy procedente que se valorase la instauración de unidades de intolerancias, con autonomía funcional aunque integrada en el Servicio de Digestivo de cada hospital de referencia, que unifiquen y centralicen estas pruebas", según defienden los interinos. Asimismo, Asmig solicita que se ofrezca la posibilidad de determinar los niveles de DAO (marcador de intolerancia a histamina).

"A esta unidad, que contaría con acceso a servicio propio de laboratorio, se dirigirían las peticiones de los MAP; los resultados serían mecanizados directamente por las unidades e incluidas en el sistema Ianus en un plazo razonable de tiempo, que no debería de exceder de un mes desde la petición", según explica la asociación.

Al respecto, añade que ése "es el plazo máximo que tardan los resultados de H. Pylori, externalizados por el Sergas a la empresa Isomed". "Los MAP únicamente pueden detectar directamente, mediante una analítica de sangre, los procesos de celiaquía, determinando la presencia de anticuerpos anti-transglutaminasa",aclara Asmig.

Para la detección de lactosa y fructosa se suelen utilizar detecciones de hidrógeno espirado en aliento, "de fácil realización", según sostienen los médicos interinos gallegos.

"En muchas ocasiones, la ausencia de un diagnóstico rápido y fiable impide un adecuado tratamiento de estos pacientes, cuya patología puede ser ocasionada por la intolerancia a uno o varios déficits enzimáticos o genéticos y causar confusión con otros cuadros muy frecuentes, como enfermedades inflamatorias (Crohn) o el SII (Sindrome de Intestino Irritable)", según advierten.

Además, "la enorme tardanza en disponer de los resultados", según aclara Asmig, "provoca que, en muchas ocasiones, a los pacientes que presentan síntomas de alguna intolerancia sin filiar, se les aconseje dietas sin haber sido previamente diagnosticados con certeza de fallos enzimáticos concretos".

En este sentido, avisan de que estas dietas de eliminación "puede tener efectos adversos indeseables y peligrosos". "En la actualidad, los departamentos de Digestivo suelen incluso aplazar la realización de las pruebas hasta la cita programada de la gastroscopia para localizar de forma invasiva la presencia de H. Pylori en aquellos procesos resistentes al tratamiento erradicador", sentencia la asociación.

Según los datos apuntados por Asmig, entre un 30 y un 50% de la población española padece intolerancia a la lactosa. "No estamos hablando de cifras precisamente irrisorias", concluyen desde la asociación.