La película Psiconautas-dirigida por el coruñés Alberto Vázquez y Pedro Rivero y que se alzó con el Goya a mejor largometraje de animación- llega este viernes a los cines de toda España, algo que sus autores consideran todo un hito. "Una película de animación no destinada al público infantil es muy complicado colocarla en el mercado, pese a que haya sido premiada", indican los dos cineastas.

Rivero sostiene que aunque el premio sí ha significado "un empujón" para la película, el principal obstáculo para distribuir el filme es que, "mientras en otros países hay una cultura más avanzada de ser espectadores de todo tipo de animación, aquí, en España, todavía es muy difícil". Sin embargo, para Vázquez no se trata de un problema de interés, pues Psiconautas es "una película artística que entronca con el cómic e incluso con el videojuego y, si se publicita bien, tiene un nicho de mercado muy claro, grande y potente".

Psiconautas, los niños olvidados es un largometraje de animación que cuenta la historia de una isla poblada por animales antropomorfos, que deben superar los traumas y las pérdidas generadas por una catástrofe ambiental que arrasó con buena parte del lugar y acabó con la vida de muchos de ellos. Birdboy y Dinki, un niño pájaro y una niña ratón, enfrentan la pérdida de sus padres tras el accidente y deberán luchar contra sus demonios interiores para huir del ambiente asfixiante de la isla, donde una comunidad de niños olvidados vive bajo sus propias reglas y pondrá en peligro los planes de los dos protagonistas.

"Los animales remiten al mundo de los cuentos y las fábulas. Nos gustan porque no tienen tiempo ni lugar, son iconos. Además, empatizan con el espectador", asegura Vázquez, quien considera que han intentado crear una fábula global, a través de lugares comunes a todas las culturas, como el bosque, la isla y el faro.

La película surgió a partir de un cómic escrito en 2007 por Vázquez, quien llegó a la animación por primera vez con el corto Birdboy,Birdboy también con la codirección de Rivero, con el que ganaron otro Goya en 2012. Según explica el cineasta coruñés, ambos directores han intentado ser fieles a la obra original, pero el paso del cómic a la animación fue más difícil de lo que esperaban, pues "en el cómic los flashbacks y las digresiones funcionan muy bien. En la animación, en cambio, tienes que tener cuidado de no perder al espectador".

Los directores aseguran que, para completar un largometraje, tuvieron que ampliar la trama e incluir nuevos personajes, además de trabajar la historia "en el lenguaje de la animación, que tiene sus propias reglas". Para solucionar los problemas del paso del cómic a la animación, Vázquez señaló que construyeron la película como una serie de "microcortos donde todos los personajes confluyen en un final común. Porque, al final, el verdadero personaje es el personaje coral, que es la isla". Vázquez y Rivero aseguran además que la isla funciona como una metáfora del aislamiento, del cual los personajes buscan escapar para ir a esa ciudad donde "hay un futuro mejor".

Alberto Vázquez reconoce que parte de la inspiración para construir la ubicación de la historia le vino de su tierra natal, A Coruña, pues "es casi una isla, hay mar por todos lados". A Coruña, además, fue también el lugar donde se produjo la mayor parte del largometraje, cuya postproducción se llevó al País Vasco, como parte del trabajo en conjunto de las dos productoras del filme: Zircozine, de Galicia, y la bilbaína Basque Films.

Psiconautas llegará el próximo viernes día 24 a una treintena de salas de cine españolas, para después viajar a Francia en mayo y a Estados Unidos en septiembre, dos de los mercados más importantes del mundo en el campo de la animación. Todo un periplo que realizará avalada por su premio Goya como mejor filme de animación.