Una crema hidratante en cuyo envase puede leerse que deja una piel "seductora para nueve de cada diez hombres", un desodorante masculino que promete ser un imán para atraer mujeres o infinidad de artículos infantiles -desde esponjas o cepillos de dientes hasta chocolatinas o tartas- en donde se hace una clara distinción por sexos en función del color (azul para ellos y rosa para ellas) o los personajes de dibujos que los protagonizan. Estos son solo algunos ejemplos de cómo los productos sexistas o que mantienen estereotipos de género perviven en algo tan cotidiano como hacer la compra. "Perpetuar estos estereotipos hace crecer la discriminación y la desigualdad", alerta la coordinadora de la Comisión Intersectorial de Xénero del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, Concepción Rodríguez, quien insta a los ciudadanos a reflexionar y hacer una compra en conciencia. "La sociedad debe autoeducarse. Hay que denunciar los sexismos e intentar no adquirir aquellos productos que sabemos que perpetúan roles de género", sostiene.

El sexismo en el súper va por áreas. La zona de cosméticos e higiene es una de las que suspende en igualdad. Hay productos cuyo envase o publicidad ya lanza un claro mensaje machista. Es el caso de la gama de productos Sexy 9 Love Lotion de Natural Honey -crema hidratante, gel de baño y desodorante- en cuyo envase se promete una irresistible piel bajo la afirmación de "seductora para nueve de cada diez hombres". Todo ello en unos envases morados, donde el protagonista es un gran zapato de tacón rojo que se utiliza como un símbolo de sensualidad. Algo similar pero en versión masculina es lo que ocurre con AXE aunque en este caso, el sexismo de sus mensajes se ciñe a la publicidad, no aparece de manera visible en los envases. A los polémicos anuncios televisivos en los que las mujeres caen rendidas a los pies de quien utiliza este desodorante se unen las promociones en la web de la marca. "Una dulce fragancia que cautiva los sentidos. Hasta los ángeles caerán" es el eslogan con el que invitan a usar el desodorante Excite.

En otros productos no existe un claro mensaje sexista, pero la diferenciación por género está ahí. Es el caso de los productos segregados por colores, en donde el azul se presupone que es para el varón y el rosa para las mujeres. Ocurre especialmente en productos de higiene infantil, pero también para adultos. Una misma marca de cuchillas de afeitar tiñe de rosa las femeninas y la firma que vende una popular lima electrónica para durezas en los pies cuenta con versión azul y rosa. En el caso de los más pequeños hay cepillos de dientes y esponjas con personajes asociados claramente a niños y niñas -aunque es cierto que en la mayoría de supermercados consultados sólo indican que es un producto infantil, no indican para que sexo- e incluso un mismo producto con envoltorio diferente según el género. Ocurre con una esponja natural para bebés que pese a ser idéntica se puede adquirir con una bolsa azul en donde puede verse un oso o con una rosa, en donde la protagonista es una osa.

Una distinción que muchas veces lleva asociado lo que se ha llamado tasa rosa,tasa rosa es decir, productos en principios similares que son más caros en la versión para mujeres. Un estudio realizado por la Oficina de Consumo de Nueva York en 2015 reveló que un mismo producto simplemente por incluir el lema for women subía su precio entre un 13 y un 50%.

Los estereotipos de género comienzan durante la infancia y por ello, en otros productos dirigidos para niños puede apreciarse cierto sexismo. Ocurre con los populares huevos sorpresa de Kinder. Pese a que en la actual temporada no se clasifica el producto por sexo -aunque hay dos opciones: de Barbie o de Pitufos-, hubo años en el que en algunos países se comercializaban los vinculados a princesas bajo la aclaración "para niñas". Lo mismo ocurrió con las tartas de cumpleaños de una conocida cadena de supermercados estatal. La asociación de consumidores Facua denunció en 2016 que se distinguía en las etiquetas entre tartas de "niñas" y de "niños" en función del personaje de dibujos que las protagonizaban. Tras la polémica la cadena las comercializa como "tartas infantiles".

Y si la lupa se pone en objetos que van más allá de la compra diaria como puede ser el material escolar, los juguetes o los cuentos, el sexismo forma parte del día a día de los pequeños desde que nacen. Pese a que poco a poco van cambiando, tradicionalmente los catálogos de juguetes muestran a las niñas en la cocina o al cuidado del bebé mientras los niños juegan con coches o están en el taller mecánico y todavía hoy en día puede verse en la web de una editorial tan conocida como Susaeta cuentos "para chicos" y "para chicas". Los expertos advierten de que esta distinción de roles aparece incluso en cosas, a priori, inocentes como son las películas de Disney. "Es algo más sutil que la publicidad sexista pero fija ya unos roles, se establece que las niñas aspiren a ser princesas con lo que ello conlleva en cuestiones de belleza, ropa, etc...", indica Concepción Rodríguez.

Si las estanterías del súper incluyen ciertos productos sexistas, la cifra de artículos se multiplica si lo que se analiza es la publicidad. Expertos en igualdad alertan de que apenas se ha avanzado en esta materia y que la mujer sigue apareciendo como "objeto de deseo" en muchos anuncios de productos que no tienen nada de eróticos. Anunciar unos zapatos con una modelo en bikini, ropa con mujeres en posturas sexuales -como ha ocurrido con Yves Saint Laurent que tuvo que retirar la campaña- o perfumes con mujeres sensuales como protagonistas están a la orden del día. Los expertos piden tomar conciencia, educar a los niños en igualdad e intentar no adquirir estas marcas.