Las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos lamentaron ayer la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya que consideran que se trata de una sentencia discriminatoria. "La decepcionante sentencia da un mayor margen a los empleadores para discriminar a las mujeres -y hombres- por motivos de sus creencias religiosas", señaló el director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central, John Dalhuisen. "En un momento en que la identidad y la apariencia se han convertido en un campo de batalla político, la gente necesita más protección contra los prejuicios, no menos", indicó.

Desde la Red Europea contra el Racismo también consideran "preocupante" la sentencia ya que consideran que afecta al derecho a la igualdad y la no discriminación de las mujeres. "Esta es una decisión extremadamente preocupante porque efectivamente prohíbe a todas las mujeres musulmanas llevar el velo en su lugar de trabajo", indican.