El tamaño importa. Por lo menos en lo que respecta a las universidades gallegas, que en próximos años podrán crecer en calidad, adaptándose a las demandas de los nuevos tiempos, pero no en cantidad. Y es que las tres instituciones de enseñanza superior y la Consellería de Educación pusieron ayer sobre la mesa las bases sobre las que construirán el nuevo mapa de titulaciones hasta 2020-2021, para empezar a aplicar ya dentro de dos cursos. Uno de los límites que se autoimponen y que rubricaron es que crear un nuevo título no puede implicar más plazas.

La crisis demográfica que sufre la comunidad, la pretensión de la Administración autonómica de mantener "estables" los recursos con los que financia las tres instituciones de educación superior gallegas porque el dinero es el que hay y no hay previsión de vaya a incrementarse exponencialmente y el reconocimiento de la existencia de titulaciones "sin demanda, sin salidas laborales o no adecuadas a las demandas del tejido productivo actual" son los argumentos que determinan que la creación de nuevas plazas pase por "redimensionar" las existentes.

En la práctica a las universidades les quedarán dos opciones. Como recoge el acuerdo en el que establecen los principios rectores para la planificación de la oferta académica hasta 2020-2021, la oferta de un nuevo grado "deberá implicar la retirada de otro en el centro afectado o bien la reducción de plazas autorizadas en número equivalente a la ofertada en el nuevo título".

Lo que no desea la Xunta es encontrarse con una carrera de nueva planta que implique la contratación de nuevo profesorado, sino que en el fondo lo que se busca es que las universidades depuren los títulos con menos salida o demanda. Porque para Educación, la oferta de títulos está ajustada -en Galicia se imparten 118 grados y 175 másteres- y no precisa incrementarse.

El acuerdo firmado ayer por el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, con los tres rectores -Julio Abalde, por A Coruña; Juan Viaño, por Santiago, y Salustiano Mato, por Vigo- apunta además que "cuando el nuevo título esté académicamente relacionado con varios títulos de un mismo campus, la reducción de plazas podrá realizarse en el conjunto de los centros afectados", lo que amplía las posibilidades de las universidades.

Los principios rectores que marcarán las bases que dibujarán el nuevo mapa gallego de titulaciones -del que la Xunta espera poder contar con un borrador en julio- suman al condicionante de que para crear lo nuevo hay que apartar lo previo, ciertas "prioridades", aparte de que la demanda esté basada en "evidencias".

Por una parte, que se implanten nuevos títulos en campus no centrales y por otra que lo nuevo encaje en la especialización de los campus. De forma paralela, se reconoce el carácter "singular" de ciertos títulos, como los vinculados al gallego o a sectores estratégicos.

En esa línea, los másteres no tendrán que cumplir el mínimo de matricula si están vinculados a una línea de investigación de "acreditada excelencia a nivel internacional" o a sectores "estratégicos". Además, las nuevas propuestas deberán "adaptarse a las necesidades" de la sociedad. De hecho, se pide diálogo con el tejido socioeconómico para asumir sus demandas e implicarlos en el diseño de la formación.

"Redefinir y fusionar" titulaciones guiará el nuevo mapa de grados y másteres, apuntó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que aplaudió la firma de un documento que funcionará, dijo el conselleiro de Educación, como "hoja de ruta".

La meta, proclamó Feijóo, es articular el sistema de forma "armónica" para lograr "universidades especializadas, eficientes, colaborativas e internacionalizadas".

El rector de la universidad coruñesa, Julio Abalde, incidió en la necesidad de, tras los pasos dados y la adaptación del Plan Bolonia, ajustarse ahora a cuestiones como "la revolución tecnológica" y las nuevas profesiones que exige la sociedad. Para ello, apeló a "coordinarse" desde "la lealtad". "Creemos que esa es la forma en la que debemos servir al pueblo de Galicia, con un sistema moderno, actualizado, sensible, que dé respuesta a los retos que la sociedad gallega tiene por delante", sentenció.