La Fundación Amancio Ortega destinará 320 millones de euros a la modernización de las unidades de detección y tratamiento radioterápico del cáncer en hospitales públicos de todas las comunidades. En concreto, la entidad -tras llegar a un acuerdo con los departamentos de salud de las autonomías- financiará la adquisición de más de 290 equipos de última generación como mamógrafos digitales o aceleradores lineales avanzados que permitirán realizar diagnósticos más precisos y proporcionar a los pacientes tratamientos "más eficaces, menos agresivos y de menor duración", según anunciaron ayer desde la Fundación. Se trata de ampliar al conjunto del país el programa de apoyo a la oncología que la entidad inició en 2015 en Galicia y que extendió en 2016 a Andalucía.

Cada año se diagnostican en España más de 200.000 nuevos casos de cáncer, de los que al menos un 60% precisan tratamiento por radioterapia en algún momento de su evolución. Y para ello, según señala la Fundación Amancio Ortega, la incorporación de equipamientos de última generación, tales como la mamografía digital con tomosíntesis o los aceleradores lineales avanzados, es clave a la hora de "realizar diagnósticos más precisos y proporcionar a los pacientes tratamientos más eficaces, menos agresivos y de menor duración".

La Fundación ha trabajado con los profesionales de cada servicio autonómico para identificar las necesidades en este ámbito y ver cuántos equipos era necesario renovar o adquirir, ya que hay comunidades que no disponen de este equipamiento o lo tienen desde hace muchos años. De hecho, un informe presentado hace un año por la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) alertaba de que el Sistema Nacional de Salud (SNS) necesitaba 70 equipos para cumplir con los estándares mínimos recomendados a nivel europeo. Y de los existentes, cuatro de cada diez se consideran "obsoletos" al tener más de 10 años de antigüedad, según SEOR.

Tras el anuncio de ayer, el siguiente paso será formalizar la donación mediante protocolos específicos con los diferentes gobiernos autonómicos para dar paso a los procedimientos administrativos públicos necesarios para la adquisición de los equipos. Además, la inversión no sólo irá destinada a la compra de los equipos sino a su mantenimiento y la formación necesaria para su uso.

Un apoyo a mejorar la tecnología en el área de Oncología que comenzó en 2015 cuando la Fundación fue clave para la renovación de los mamógrafos y aparatos de radioterapia del Servizo Galego de Saúde (Sergas). A finales de ese año, la entidad firmó un convenio con el Sergas para renovar todos los centros de diagnóstico y tratamiento oncológico de los hospitales públicos. La entidad invirtió 17 millones de euros tanto para la adquisición de los nuevos equipos (mamógrafos digitales y equipos de radioterapia de última generación) como para sufragar los costes de la instalación y su actualización.

Más allá de Galicia, la Fundación llegó a un acuerdo con la Junta de Andalucía en mayo de 2016 para financiar 25 equipos de radioterapia para los hospitales públicos de esta comunidad. En concreto, la entidad se compromete a financiar hasta 2019 -con 40 millones- la adquisición de estos aparatos que realizarán más de 225.000 sesiones anuales en centros de la sanidad pública andaluza. Dentro de la inversión anunciada ayer se incluyen estos 40 millones y los 17 destinados a maquinaria del Sergas.

Pero la Fundación Amancio Ortega contribuye desde hace muchos años a la mejora de la tecnología en el sistema sanitario gallego y no solo en el área de la Oncología. El Centro Tecnológico de Formación de la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña, donde los futuros médicos ensayan técnicas como endoscopias o reanimaciones antes llevarlas a cabo en pacientes o los facultativos veteranos aprenden nuevas técnicas quirúrgicas, es un claro ejemplo. La Fundación invirtió casi dos millones de euros en dotar de la última tecnología a esta área de formación -ubicada junto al Materno de A Coruña- con la que colabora desde el año 2005. Maniquíes que sangran y entran en parada igual que un paciente real; máquinas que reproducen a la perfección cómo sería realizar una prueba médica o simuladores que permiten practicar complejas operaciones quirúrgicas son sólo algunas de las tecnologías que convierten a este centro coruñés en referencia a nivel internacional.