Más allá de las trampas comerciales que suministra la Consellería de Medio Rural, la Xunta da consejos en su web sobre cómo fabricar una unidad de trampeo artesanal con la que intentar capturar a las avispas reinas, especialmente durante la primavera y el inicio del otoño. Una botella de agua o refresco de litro y medio o dos litros y una solución elaborada con productos caseros será suficiente. La botella se corta por la parte superior a unos dos centímetros del inicio del estrechamiento hacia el cuello. La parte superior de la botella se pone hacia abajo y sin tapa para que sirva de embudo de modo que la avispa que entre en el envase no pueda salir de él, según indican en Medio Rural, donde aconsejan realizar en los laterales del envase dos agujeros de 7 mm de diámetro (que impiden la entrada de insectos de mayor tamaño que la velutina) y cubrir la parte superior con un tejado de plástico para evitar que entre la lluvia. En el interior de la trampa para atraer a las avispas se introduce una solución (que se renovará cada 15 días por norma general) que puede estar hecha de cerveza negra (una lata), un vaso de vino blanco y una cucharada de sirope de arándanos, azúcar o incluso carne. Desde la Xunta recomiendan situar las trampas en un radio de cien metros de las colmenas (una trampa por cada diez colmenas, dos por 25, tres por 50, etc.), a 500 metros de los nidos del ciclo anterior o en las proximidades de los galpones donde el apicultor guarda su material.