Un equipo internacional de científicos que trabajan en el CERN y entre los que se encuentran investigadores de Física de Partículas de la Universidade de Santiago -a través del experimento LHCb- ha descubierto una serie de anomalías en los datos recogidos por sus experimentos en el colisionador en los últimos años que podrían apuntar a la existencia de una nueva partícula elemental, lo que cuestionaría el modelo actual que explica la formación del universo.

El hallazgo -que fue hecho público en una conferencia celebrada en el propio CERN esta semana- podría terminar siendo simplemente una fluctuación estadística que desaparezca a medida que avance el análisis de los datos, pero los físicos del centro están "muy intrigados" porque no es la primera vez que esto ocurre, sino que indicaciones similares ya aparecieron en estudios previos.

Los investigadores del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías Diego Martínez Santos y Veronika Chobanova trabajan en estos momentos en la interpretación teórica de estos resultados para establecer si finalmente se trata de una desviación estadística o si son realmente fisuras en el Modelo estándar de la Física de Partículas. "Es un resultado largamente esperado por la comunidad de físicos de partículas", afirma Martínez Santos, científico de Foz que fue reconocido en 2013 como mejor físico de partículas joven de Europa por la Sociedad Europea de Física.

En concreto, apuntan que se trata de un test sobre la universalidad de las tasas de decaimiento en leptones cargados (como el electrón), una de las propiedades fundamentales en el Modelo Estándar. El experimento LHCb midió la probabilidad de desintegración de una partícula B a otra más ligera K y dos electrones o muones. De acuerdo con el Modelo Estándar la probabilidad de desintegración a elestrones y a muones debe ser la misma, pero en la medida registrada en el experimento -en la que estuvo muy involucrado el compostelano Martino Borsato-, muestra "una cierta desviación de esta predicción".

No fue hasta hace dos semanas cuando los científicos se atrevieron a hablar de estas desviaciones encontradas.Lo que sí tienen claro es que hay indicios de que la naturaleza podría violar "la universalidad de sabor leptónico", que es una propiedad del Modelo Estándar que trata todos los leptones de una manera democrática a nivel de las interacciones.